Los actos de esta conmemoración han servido para romper la rutina diaria y unir, aún más, al personal de la Base Gran Capitán en Besmayah, localidad situada a unos sesenta kilómetros al sur de Bagdad
Viernes y sábado fueron los días dedicados a celebrar el Patrón del Arma de Ingenieros en la Base Gran Capitán, en Besmayah, localidad situada a unos sesenta kilómetros al sur de Bagdad. Previamente, nuestros soldados del Mando de Ingenieros pudieron coincidir, mediante videoconferencia, con sus familiares que acudieron a una jornada familiar el pasado martes en el acuartelamiento "General Arroquia" en Salamanca.
Con la dedicación del viernes, día festivo en Iraq, a la realización de competiciones deportivas y juegos de todo tipo, y el sábado con la solemnidad de un Acto de Arriado de Bandera, con Homenaje a los Caídos y parada militar, y, a la conclusión, la celebración de una Santa Misa, se homenajeó a San Fernando, el rey santo y padre de Alfonso X El Sabio, que en el siglo XIII reconquistara importantes territorios para la Corona de Castilla.
La formación siguió la estructura tradicional de las formaciones legionarias, con el Arriado de Bandera, toque de Oración y Honores a los Caídos. Al son del "Novio de la Muerte", los guiones y banderines, rindieron armas al monumento que preside la imagen del Cristo de la Buena Muerte, un acto emotivo en el que se rindió especial homenaje a todos los Ingenieros que dieron su vida por España.
El Teniente Coronel de Cea, Jefe de la Unidad de Apoyo al Depliegue e ingeniero más antiguo en Besmayah, fue el encargado de dar una alocución en la que resaltó la personalidad del Rey Santo y sus virtudes como gobernante, como persona y como militar, presentándolo como modelo de vida y de virtudes militares y exhortó a los ingenieros a continuar por la senda del trabajo humilde y abnegado, pero a la vez, técnico y especializado, señas de identidad del Arma.
En definitiva, con la celebración de San Fernando, tanto los setenta integrantes de la Unidad de Apoyo al Despliegue y legionarios de zapadores y transmisiones, como el resto de militares españoles y el contingente portugués, desplegados en Besmayah, han tenido la oportunidad de disfrutar de dos jornadas muy agradables que han servido para romper la rutina diaria y unir, aún más, al personal de la Base Gran Capitán en Iraq.