El Santísimo recibe a seis niños en los dos altares instalados en la procesión del Corpus

Sin mayordomos que empuñar las varas del Santísimo por la polémica suscitada en julio de 2014, en torno a que una de las mayordomas para esta edición mantenía vida conyugal sin haber contraído el Sacramento del Matrimonio, diputados y resto de miembros de la Cofradía Sacramental 'Villa de Vitigudino' presidieron esta mañana la procesión del Santísimo por las Calles de Vitigudino. El acto estaba encabezado por más de una veintena de niños y niñas que los domingos previos habían tomado la Primera Comunión, y estuvo amenizada por los sones de la gaita y el tamboril de Jorge Sousa, tamborilero de la localidad.

Tampoco faltaron los estandartes de la Cofradía San Nicolás de Bari y representantes de los mayordomos de la Virgen del Socorro, los padres de Juan Pablo y Noelia Vicente, así como autoridades locales. Entre estos últimos cabe destacar la presencia del aún regidor Julio Santiago, que de esta forma se despedía de los vecinos como máxima autoridad civil. También estuvieron los concejales Pedro Pérez Blanco, Francisco Rodríguez y Antolín Alonso, este último también como cofrade del Santísimo.

Después de la Eucaristía, en una iglesia abarrotada de fieles, los cofrades salían del templo guiando el palio y la Custodia del Santísimo para dirigirse por la calle San Roque con dirección a Cuatro Calles, lugar donde les aguardaba el primero de los altares con un bebé y en cuya bendición intervenía el sacerdote natural de esta localidad Daniel Sevillano Pascua.

A diferencia de anteriores años, en esta ocasión no fue montado el tradicional altar del chaflán de la casa de S. M. 'El Viti', en respeto a los trágicos ocurridos aquí hace unos meses, así que la procesión se acortaba por la calle del Centro Cultural para llegar al chaflán de la calle Pedro Velasco.

En este lugar se encontraba instalado el altar realizado por la Cofradía Sacramental 'Villa de Vitigudino', y en él esperaban cinco niños la bendición sacerdotal de Florencio Jesús García.

Concluidos los actos religiosos, los bares y cafeterías del centro se volvían un hervidero de público en una mañana de agradable temperatura. Establecimientos como Amnesia, Centro, Retiro e Imperial, además de el asador de Tino, el Sidney, La Viña y el resto que conforman la extraordinaria oferta hostelera que siempre ha demostrado Vitigudino, servían de lugar de encuentro para cientos de personas en ese señalado día grande de las fiestas del Corpus.

Para esta tarde está previsto el desfile de disfraces y en la noche un encierro con vaquillas y una disco móvil, evento este que entraba ayer miércoles en la programación por cortesía de varias peñas y de la Asociación de Hostelería.