Nuevas caras, nuevas formas

Los análisis de las elecciones municipales y autonómicas son múltiples, porque además de los datos concretos hay infinidad de matices. Pero siendo muy directo hay decir que el Partido Popular se ha dado un batacazo monumental en los principales ayuntamientos, es decir, en las nueve capitales, donde pierde las mayorías absolutas que tenía. Ahora dependerá de pactos para saber quién gobernará en Burgos, Palencia, León o Salamanca, por ejemplo. En todos estos lugares Ciudadanos tendrá que decidir qué hace, con quién se alía. Al igual que Podemos o sus filiales.

En Salamanca, por ejemplo, Alfonso Fernández Mañueco tendrá que trabajar mucho con los hombres y mujeres de Albert Rivera si quiere quedarse en la alcaldía. Ha conseguido 12 concejales, insuficientes para la mayoría absoluta. Pierde nada menos que 6 concejales, una cifra muy alta, la mayor de todas las pérdidas del PP en las capitales de Castilla y León. En Valladolid el PP ha perdido 5, y casi seguro que el Ayuntamiento de esta ciudad estará gobernada por la izquierda, un tripartito cuyos líderes ya han anunciado esa intención. En Salamanca todo está en manos de Ciudadanos, porque no nos imaginamos un acuerdo con Ganemos, por supuesto. Es más, PSOE y Ganemos más Ciudadanos le quitarían la alcaldía a Mañueco.

Curiosamente el PP en Salamanca es el que mayor porcentaje de votos ha conseguido de todas las capitales: el 39,3%, eso sí, sin terminarse el escrutinio al 100%. El siguiente que más ha conseguido ha sido Palencia, con 37,5% y el que menos Soria con el 28,6. En definitiva, en clave municipal podríamos decir que Fernández Mañueco ha tenido una de cal y otra de arena: es quien más concejales ha perdido pero quien más votos ha sacado del PP. Apunto este hecho porque Fernández Mañueco es también secretario del PP de Castilla y León y en unas elecciones como estas los análisis inciden directamente en el futuro de las personas. Mañueco puede presentar como aval positivo que en las elecciones autonómicas el PP salmantino ha tenido un 42,1% de los votos, el tercero: primero quedó el PP de Ávila con el 47% y segundo Zamora con el 43, 3%. Repito que a falta del escrutinio definitivo. O sea, el PP sale trasquilado municipalmente y también en la comunidad, pero aquí con matices, porque aunque si pierde 10 procuradores mantiene la mayoría absoluta con 43 procuradores. Si perdiera 11, que todo puede ser cuando se escruten los votos de las personas que están en el extranjero, el efecto es distinto. La diferencia no es mucha, pero no sería lo mismo que el PP presentara una mayoría absoluta, o que se quedara a las puertas. En este caso Juan Vicente Herrera perdería la mayoría absoluta del PP en las Cortes después de 25 años. La primera la consiguió Juan José Lucas. La cuestión está entre un procurador o dos. Y la cosa no sería lo mismo, sin duda.

Las elecciones, de todas formas, han venido a decir lo que ya estaba escrito en las encuestas previas: que habría una pequeña revolución. Eso ha pasado, sobre todo en los ayuntamientos principales, con la irrupción de Podemos ( o sus filiales) y Ciudadanos. Además de la capacidad que tendrán en los ayuntamientos es mucho lo que pueden decir en las Cortes, aunque si el PP consigue la mayoría absoluta la cosa sería distinta. Cuando se tiene el rodillo siempre se puede utilizar.

Nuevos tiempos, nuevas formas, nuevas caras esperan todos los ciudadanos de los distintos municipios y en la Comunidad. También en las provincias, porque ahora también hay que esperar qué pasa con los pactos para las Diputaciones Provinciales. Ahí también habrá muchos cambios. Respecto a las Cortes Podemos con 10 procuradores y Ciudadanos con 5 pueden decir mucho, pero les pasará por encima el rodillo popular de la mayoría absoluta.

Por supuesto, los 25 procuradores del PSOE le dan una fuerza relativa, porque queda muy lejos del resultado del PP. Tudanca tampoco puede presumir mucho. El único que sí puede sacar pecho es Carlos Martínez, socialista, único ganador con mayoría absoluta de una capital. El resultado de la candidata del PSOE, Clara Luquero, también ha sido muy bueno, y gobernará casi seguro de nuevo la ciudad del acueducto.

O sea, que mucho movimiento. A partir de ahora comienza el baile, los pactos, las sorpresas, los amores y los desamores. Será un tiempo para la expectación. Así que a esperar y a ver.