Viernes, 26 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Si esto es un mito
X

Si esto es un mito

Actualizado 21/05/2015
Juan José Nieto Lobato

[Img #311286]

Afirmaba Rafael Sánchez Ferlosio en un artículo para El País, hace más de treinta cinco años, que en España no hay envidiosos, sino envidiados. Trataba de desarticular de esta manera el tópico del pecado nacional, tan firmemente asentado en nuestro imaginario, reduciéndolo a una patología psicológica del presuntamente agraviado. Fernando Fernán Gómez, por su parte, lo elevó de categoría afirmando que dicho pecado patrio no es en realidad la envidia, sino el desprecio; el desprecio por la excelencia. Y yo, qué quieren que les diga, a medio camino entre la voz autorizada de estos dos prohombres de la cultura del siglo XX en España, no sé por qué teoría decantarme.

Lo que sí admito es que me gusta ejercer el papel de abogado del diablo en los procesos de desmitificación orquestados por los medios y a los que asistimos cada cierto tiempo con personajes de diferentes ámbitos. No sé quién será el siguiente de la lista, pero, hablando de deporte, que se vayan preparando Iniesta, Alonso o Navarro para suceder a Íker Casillas en este amplio catálogo de seres que alcanzaron lo sublime en sus respectivas disciplinas antes de sucumbir al inevitable paso del tiempo y a la imposibilidad material de mantenerse en la cumbre sin fallecer por hipoxia. Cometieron el grave error de ser buenos, muy buenos, y ahora reclaman, simplemente, clemencia y redención ante quienes intentan desmontar su figura aplicando un filtro demasiado estrecho para sus errores y una memoria en exceso frágil para sus aciertos.

Les diré cómo reconocer al condenado a muerte. Sí, es ese que vaga con la mirada perdida y los hombros caídos; aquel que luce exageradas arrugas para su edad. Ese del que su sombra lucha por alejarse de su estigma y ante el que el propio viento altera de pronto su ruta para no rozar su piel marchita. Ese es el mito, el hombre por el que se entonan agudos silbidos; ese que, con sus hijos sentados en el regazo y deseando hojear con ellos los archivos de fotos, se percata de que no puede verlos pues el sistema operativo ha quedado obsoleto y necesita de una nueva actualización.

Sin embargo, aunque pueda parecer una incongruencia, lo cierto es que el único aliado de estos mitos es, precisamente, el tiempo. El tiempo en su papel de juez imparcial, el tiempo relativizando asertos malintencionados y apaciguando la furia con la que se desenvuelve el presente. Con los años, del Indurain a cola de pelotón en el Mirador del Fito en la Vuelta de 1996, se han venido a recordar sus exhibiciones en Luxemburgo, el Tourmalet o el Mundial de Colombia del mismo modo que de este Íker desprovisto, tal vez, de su vieja magia, se recordarán sus reflejos de cobra y su agilidad felina; también el que con sus paradas viajando de palo a palo contribuyera a evitar que el gol de la novena, la maravillosa volea de Zidane bajada del cielo y situada en la escuadra de la portería del Hampden Park, quedara en una simple anécdota. Y, por supuesto, cuando la vorágine se halle detenida y observemos con distancia su obra, no nos quedará otra que reconocer sus contribuciones decisivas, casi milagrosas, para que España fuera campeona del mundo y dos veces reina de Europa en apenas cuatro años.

Íker, en vísperas de la que puede ser su despedida definitiva del Real Madrid, debe ser consciente de lo que le espera y, en vez de responder airadamente a las increpaciones de su público, echar mano de la paciencia. Ninguna parada del presente será tan efectiva para su dignidad como el cambio de perspectiva que aporte el simple e inevitable paso del tiempo. Está escrito. Morirá y al tercer día, o al tercer año, o un poco más tarde, quizá, resucitará de entre los muertos para ser leyenda.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...