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Marta Sanz: “Las personas que escribimos no podemos aislarnos; tenemos que vivir con las ventanas ...
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35ª FERIA DEL LIBRO

Marta Sanz: “Las personas que escribimos no podemos aislarnos; tenemos que vivir con las ventanas ...

Actualizado 10/05/2015
Redacción La Sierra Al Día

"? Desconfío de la literatura que se coloca en los altares, de la literatura sacralizada que está en manos de sacerdotes e iluminados?

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Nos gusta Marta Sanz, nos gusta mucho, para qué negarlo? Desde su primer libro hemos seguido su trayectoria paso a paso y nos ha ido conquistando y reconquistando cada vez. Nos gusta su solidez, su libertad para elegir, temas, géneros, palabras, estructuras, nos gusta que no se deje encasillar y que con esa libertad con que nos abrigo desde el principio con El frío, siga paso a paso construyendo una carrera sólida y contundente que a veces pasa desapercibida pero que cuando la recomiendas y la descubren, los lectores ya nunca, nunca la abandonan. Y eso debe ser el éxito en literatura. En la Feria del libro hablará sobre: "Las musas que escriben".

.- Usted cree en las musas

[Img #303246]Relativamente. Yo creo en las musas que pasan a la acción y toman la palabra para escribir su historia, buscando su propio lenguaje. Sin embargo, me cuesta mucho más creer en esas otras musas inspiradoras que pasivamente se conforman con ser el objeto del arte en lugar de su sujeto activo.

.- Podríamos decir que Marta Sanz empezó con buen pie en esto de la literatura y que en casi 30 años no ha perdido el equilibrio

Bueno, hace treinta años yo tenía diecisiete. Entonces yo ya escribía pero aún no había publicado nada. Lo que sí es cierto es que me siento razonablemente orgullosa de haber sido capaz de mantener una carrera, que nunca ha sido espectacular ni ha tenido picos y bajadas vertiginosas, sino que ha consistido más bien en un ejercicio de resistencia. Poco a poco he ido llegando a más lectores y poco a poco voy recogiendo los frutos de un oficio que he querido desempeñar con coherencia y honestidad tratando de no someterme a la autocensura que a menudo impone el mercado. Diciendo lo que necesitaba decir, hablando de las cosas que me duelen y comunicándome con una comunidad lectores de calidad, críticos, que saben que la literatura no es solo un adorno, sino una herramienta de conocimiento y de intervención social.

.- 20 años tiene su primera novela El frío y desde entonces ha tocado todos los palos, narrativa, ensayo, poesía, sin olvidar colaboraciones varias, aun así y con toda esa trayectoria brillante creemos que hay gente que no le pone cara a Marta Sanz.

Sí, es verdad. Pero creo que esa forma de anonimato, a pesar de ser un síntoma del mundo en el que vivimos y de la confusión permanente que se produce entre cantidad y calidad en la literatura, también puede ser la consecuencia de que mi visión del trabajo literario se coloca en las antípodas de la cultura del espectáculo. A veces pienso que estaría muy bien vivir en un mundo en que escritores, médicos, investigadores, fueran personajes famosos, en lugar de que los famosos fueran los concursantes de los programas de la tele o los que convierten su vida en mercancía y publicidad? Hay gente que sin duda se merece su éxito, pero como vivimos en una sociedad profundamente corrompida, el éxito siempre genera cierta sospecha.

.- Y desde Black, black, black no cree que corre el riesgo de que la encasillen en escritora de novela negra, porque son los que nunca se olvidan de usted

[Img #303235]No. No lo creo. Creo que Black, black, black y Un buen detective no se casa jamás son fundamentalmente novelas. Novelas sin más que utilizan los recursos del género negro o de los cuentos de hadas o del melodrama para construir un tipo de literatura política donde se iluminan las zonas oscuras de la realidad a través de unos procedimientos narrativos que producen incertidumbre en los lectores. Que sacan a los lectores de su espacio de confort partiendo de la base de que la literatura a veces tiene que molestar y no gratificar. En este sentido, a veces los adeptos más ortodoxos al género negro tradicional se acuerdan de mí, pero no siempre para echarme flores: cosa que me parece muy bien.

.- Y es usted mucho más "ESCRITORA", en mi opinión, en novelas como La lección de anatomía que si ya la primera edición de 2008 nos dejó boquiabiertos, esta última revisada, rees­truc­turada y ampliada y con pró­logo de Rafael Chir­bes nos dice que estamos ante una de las escritoras más sólidas y más competentes

Te agradezco mucho tu lectura, tu comentario y tu cumplido. La lección de anatomía es una novela autobiográfica que escribo al cumplir los cuarenta años y donde, por fin, después de muchas novelas a las espaldas me atrevo a hablar de mí misma en primera persona sin protegerme con las máscaras de la ficción. Mientras la escribía aprendí que a veces cuando adoptamos la posición de "desnudarnos" en realidad nos vestimos más que cuando optamos por cubrirnos con los velos de las ficciones. En todo caso, me sentí muy cómoda escribiendo esta novela, porque sabía que hablando de mí estaba hablando de un tiempo y un espacio que comparto con muchos lectores. Esa era mi pretensión: hacer un selfie literario donde lo importante fuese el fondo del retrato, los espacios comunes. La geografía y la historia más que lo estrictamente anatómico. Aunque en mi narrativa y en mi poesía el cuerpo y la materia son mucho más importantes que lo etéreo o lo espiritual.

.- A mí me da la impresión de que después de La lección de anatomía usted se dio cuenta de que realmente podía hacer lo que quisiera en esto de la literatura. "Me gusta el humor negro, la carne cruda, escribir poemas a martillazos y novelas de género que defrauden las expectativas de los lectores: contar ese mundo donde lo negro es rosa, y lo rosa negro".

[Img #303238]No, qué va. Tengo la sensación de que a medida que pasan los años, voy ganando más inseguridades que seguridades. Y creo que esa incertidumbre es buena. A mí me preocupa mucho repetirme o hacer de mi estilo una marca reconocible: creo que, como te decía al comienzo, cada libro ha de buscar su propio lenguaje y por eso he tocado géneros tan distintos. Y eso te coloca en una tesitura de novedad permanente, de asunción de riesgos permanente. No se trata de repetir como una pianola lo que sabes que sale bien, sino de ir haciendo descubrimientos que compartes con los lectores. Cuando uno escribe sabe cosas de antemano y por eso toma la palabra: porque cree que tiene algo importante que decir, algo que merece la pena ser oído. Sin embargo, durante el proceso de escritura también aprendes cosas, y esa actitud intrépida y curiosa de un modo u otro es la misma que estás pidiéndole a quien te lee.

.- Daniela Astor y la caja negra una de sus novelas de más éxito hace una lectura crítica de la Transición y pone en tela de juicio casi todo lo humano y lo divino con un desenfado y una ligereza asombrosa y que deja al lector en ocasiones boquiabiertos, no sabe si reír o llorar, si aquello es serio o broma y es serio realmente serio

Daniela Astor nace de un asunto que ya recorría La lección de anatomía: el de cómo se relaciona la realidad con sus representaciones. En el caso de este libro, yo quería reflexionar sobre cómo las bellas imágenes del destape incidieron en el tipo de mujer que quisimos ser las niñas de la Transición. En la novela hay una visión trascendente de la alta y de la baja cultura que metabolizamos y que pasa a formar parte de nuestra visión del mundo, nuestra ideología y nuestra vida. También es una novela de la Transición que al mismo tiempo lo es de la crisis que estamos viviendo en este momento porque yo no trabajo con el pasado desde la nostalgia, sino desde su repercusión en el presente. El pasado nos ayuda a entender el presente, no es una nebulosa que apela a nuestro sentimentalismo, hermosea la realidad y nos convierte a todos en seres elegíacos, reaccionarios y nostálgicos.

.- "Vivimos la fantasía de que éramos libres, iguales y fraternos. Y nunca fuimos de verdad libres, porque desde luego nunca fuimos iguales ni mucho menos fraternos. Ni desde el punto de vista de género ni desde el punto de vista de clase". Y esto alguna vez lo veremos?

No tengo una bola de cristal, pero creo que, pese a que los diagnósticos de la realidad no son muy halagüeños, nunca hay que renunciar a la esperanza, la utopía y el optimismo de la acción. Las trompetas del apocalipsis o el escepticismo no deberían servir para paralizarnos. Que esto cambie depende de nosotros y el primer paso para iniciar cualquier transformación me parece que tiene que ver con la conciencia respecto a las taras, a lo que no va bien: con el alejamiento de un triunfalismo anestésico o con la idea de que las crisis son oportunidades. Con la mentira tranquilizadora del pensamiento positivo.

.- Marta Sanz también es poeta, al leerla da la impresión de que se lanza a la poesía de manera casi desvergonzada, sin miedo, sin trabas, esto es lo que quiero y así quiero decirlo, con una seguridad apabullante al menos es lo que sentimos al leer Perra men­ti­rosa / Hard­core y Vin­tage

Me gustan los poemas que no suenan a poemas. Los poemas que se colocan en el extremo opuesto de la cursilería y de la exaltación de una intensa y peculiar vida interior. Me gustan los poemas que hablan de la carne y del cuerpo, y que suenan como un serrucho o un martillo que golpea el yunque. Para mí la poesía no es un arte de niebla y mariposas, de hermosura de calendario, sino una acción violenta: un doloroso instrumento de conocimiento que a veces se ríe de sí mismo y del tono grandilocuente, órfico, místico y nimbado en que se envuelve la propia poesía. Desconfío de la literatura que se coloca en los altares, de la literatura sacralizada que está en manos de sacerdotes e iluminados, y tengo la impresión de que la poesía es el género que más ha jugado a esos abracadabras. Me gusta la poesía-pan, no la poesía-hostia.

.- Es dueña de un lenguaje sólido, frases contundentes, diálogos ágiles. Me imagino que viene de su formación académica o ya es el oficio.

[Img #303239]Yo creo que todo viene de la capacidad de observación. Del firme convencimiento de que las personas que nos dedicamos a escribir no podemos aislarnos, sino que tenemos que vivir con las ventanas abiertas, atentos a los ruidos, a lo que dice la gente, a los programas de la televisión, a las preocupaciones de nuestros vecinos. También es consecuencia de haber leído atentamente. Con cuidado. Despacito. Con lápiz y papel. Me parece que hay que encontrar un punto de equilibrio entre el dentro y el fuera, entre nuestras vocaciones espeleológicas y mironas, y desde esa actitud receptiva, buscar las palabras intentando no cometer los errores que hemos ido puliendo a lo largo del aprendizaje y la experiencia de la escritura.

.- Si le pregunto por sus maestros-as en esto de la literatura

Tuve uno. Maestro y editor, Constatino Bértolo. Ahora tengo a Jorge Herralde del que también estoy aprendiendo muchas cosas. Mis padres siempre estuvieron ahí: son grandes lectores y, en el caso de mi padre, también poeta. Con mis amigos y amigas escritores ?y no escritores- aprendo comentando libros, películas, intercambiando manuscritos, desarrollando la capacidad para la crítica constructiva ?y destructiva-. Todos ellos son mis maestros del mismo modo que lo son los escritores y escritoras que he leído y con los que he disfrutado. Y cuando hablo de "disfrutar" quiero rellenar el verbo con un concepto del placer que no se parece en nada al eslogan comercial del entretenimiento, la espectacularidad, pasar las páginas como si no te dieras cuenta, la levedad, lo trepidante, lo bonito y cosas así.

.- Terminamos con una frase que ha circulado por las redes en los últimos tiempos "El modelo femenino actual es digital, recauchutado, serializado y de pubis infantil" No podemos estar más de acuerdo

Lo peor de eso es que a menudo somos nosotras mismas quienes asumimos ese modelo de una forma acrítica esgrimiendo la excusa de que con ciertas violencias quirúrgicas - innecesarias en muchos casos- nos "sentimos mejor". Es alucinante lo bien que han funcionado las estrategias publicitarias de ciertas industrias que construyen necesidades subjetivas, tan falsas como imperiosas, y convencen a niñas de quince años de que, si no se ponen unas prótesis de silicona descomunales, no van a ser nunca felices. Estremecedor.

BIOGRAFÍA

Marta Sanz: “Las personas que escribimos no podemos aislarnos; tenemos que vivir con las ventanas ... | Imagen 6Marta Sanz es doctora en Filología. Ha publicado las novelas El frío, Lenguas muertas, Los mejores tiempos (Premio Ojo Crítico 2001),Animales domésticos, Susana y los viejos, finalista del Nadal en 2006, y La lección de anatomía (2008). En 2007, publicó Metalingüísticos y sentimentales, antología de poesía española contemporánea, y recibió el Premio Mario Vargas Llosa NH de Relatos. Es autora de tres poemarios: Perra mentirosa, Hardcore y Vintage. el ensayo No tan incen-dia¬rio (Perí¬fe¬rica). En Anagrama ha publicado la novela Black, black, black: «Una novela admirable, muy buena como novela negra pero mejor todavía como novela sin más? Tiene la crueldad y la lucidez desoladora de una de las mejores novelas de Patricia Highsmith, El diario de Edith» (Rafael Reig, ABC); «Una novela negra que es una novela social. Que es una novela de humor. Que es una lección magistral de ingeniería narrativa: ajuste de la trama, diseño de personajes, tensión, suministro de guiños? Espléndida» (Elena Medel, Calle 20). Y Un buen detective no se casa jamás: «Vuelve a mostrar su dominio del lenguaje (y de sus juegos) y del registro satírico (de la novela de detectives, de la novela romántica), con una estupenda narración que tiene mucho de comentario social contemporáneo» (Manuel Rodríguez Rivero, El País); «Una contemporaneidad tan rabiosa como siempre supieron darle los grandes del género, empezando por ese irónico Chandler al que alude en el título y sin olvidar a sus figuras más notorias en España, como Vázquez Montalbán o Eduardo Mendoza» Lorenzo Silva); «La intensidad es la de Rebeca, de Hitchcock» (Laura Fernández, El Mundo.

Charo Ruano

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