Decía Guillermo Ortiz en su libro 'La otra cara de la Evaluación': "Profesor, independientemente del nivel donde impartas tu materia no hagas de los exámenes una pesadilla para tus alumnos. Aplica la regla de oro humana: no hagas a otros lo que no quieras
Creo que los compañeros y alumnos que me conocen saben que mi nivel de exigencia es máximo. Máximo con ellos al igual que me autoexijo a mí mismo. Desde mi pizarra nunca podré entender al profesor que durante sus clases no da el mil por mil de sí mismo y nunca entenderé al alumno cómodo, laxo y vago.
Los antiguos nobles contrataban profesores "especiales" para aventajar a sus hijos; ahora los llevamos a las académicas, los enviamos a otro país o hacen un Máster en... y habitualmente los resultados son inmediatos, excepto cuando la impartición oficial y la particular difieren tanto, que incluso parecen áreas distintas.
Es cierto que el alumno que tiene una ayuda en su preparación, a veces no se esfuerza en el trabajo con el grupo, en espera de esa explicación personal, que le genera mejores sensaciones y le ha demostrado sus avances. Pero de igual manera, algunos, profesores conocedores de esta situación pasan por alto las carencias que pueden generar en el citado alumno y se "descargan" de él.
Hace tiempo una madre de un alumno acudió a mi tutoría con una carpeta de trabajos de su hijo, realizada a lo largo de unos años y exponiéndolos encima de la mesa se veía la manifiesta degradación de la grafía del alumno con el paso del tiempo, grafía que ahora era calificada en positivo o negativo. Había tenido varios profesores, entre ellos yo, y ninguno dimos la suficiente importancia a esta degradación latente pero ahora la queríamos calificar. Y ella no lo entendía. Yo a partir de ese hecho, tampoco lo entendí. ¿Cómo podemos exigir lo que no hemos valorado?
¿Qué hicimos o hice cuando el problema se estaba gestando? Ella, nos dio una lección de evaluación global.
La evaluación que pregonamos, muchas veces es el autoengaño auto complaciente. La verdadera evaluación va mucho más allá, tiene que tener en cuenta los logros individuales conseguidos, sin comparaciones. De septiembre a Junio un profesor ha de ver y comprobar los avances de sus alumnos en relación consigo mismo. Y cuando esto no lo hacemos, nos volvemos más papistas que el Papa y disparamos al de al lado, al que nos sustituyó, a la programación, a la administración, tenemos tantos dardos?
En el libro reseñado al principio, hay un ejemplo que yo lo convierto en pregunta ¿ qué pensaríamos si nos hiciéramos un reconocimiento médico y no nos informaran de nada del mismo, sólo nos dieran unos resultados numéricos en tantos por ciento? Esta es la sensación que tiene un alumno cuando se le da una nota pero nadie le explica dónde está el error, dónde puede mejorar. Voy a ir un poco más allá, y ¿si ese médico nos hace una revisión y nos abronca por no seguir un tratamiento que nunca nos dio, y nos ha llevado a la gravedad absoluta? No entenderíamos nada, nos sentiríamos abatidos por la enfermedad, engañados por el galeno de turno, desmotivados para seguir luchando, taimados por la sociedad, pues esto, es lo que sienten nuestros alumnos cuando las informaciones y las lecciones no han sido las coherentes para el lugar que ocupamos.
A veces las cosas no son como son, son como las hacemos, una decisión subjetiva realizada por sujetos nunca puede ser algo objetivo. La suma de subjetividades no puede dar una mayor objetividad. Es verdad que la manera más objetiva de evaluar es dando un número pero, ha de estar cargado de más razones que las que representa a simple vista. Pues si con un mismo trabajo dos personas ponen números tan diferentes, la evidencia de la subjetividad nos inunda el espacio objetivo.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.