A propósito del concierto de 'No cantes Victoria' en el Molly´s Croos

Sólo hay dos maneras de resumir la música: o es buena o es mala. Si es buena no le das más vueltas, simplemente la disfrutas.

Louis Armstrong

Hablar de música sin ser profesional de la música podría parecer atrevido y puede llevarnos a errores; pero además del aspecto técnico formal, el estudio de la música contempla la posibilidad de ver el fenómeno musical bajo otros parámetros en el marco de una sociedad, ya que su presencia constante en los diversos grupos humanos tiene diversas significaciones y contenidos relevantes, firmemente arraigados en el tejido de las experiencias culturales que pueden ser observados y analizados desde una perspectiva popular e inmediata por cualquier persona que se sienta atraído por el mundo del sonido.

Conocemos de la música es su universalidad? justamente por eso la música es tan querida por todo el mundo. No existen lenguajes desconocidos, la música tiene su lenguaje , quizá por esta característica la música logra transmitir pensamientos y sentimientos lo mismo a un europeo que a un asiático. ¿ Pudo preceder la música al lenguaje? nunca se podrá determinar lo que parece claro es que el lenguaje de la música va directamente al corazón y nos une a través de las sensaciones y los sentimientos que produce.

Por ello, la música se impone un conocimiento mediado en su intento por alcanzar el sonido puro y se esfuerza en una construcción que lo conjure mediante el todo. La música se acerca al hombre al imponerse como posibilidad de su existencia. "Su relación para con aquello que no querría representar sino invocar está infinitamente mediada". Pero la mediación es impuesta desde la propia música en su esfuerzo por lo inalcanzable; la música compone el nombre únicamente a través de la "totalidad desplegada", a través de la "constelación de sus momentos". La música es objetivación del tiempo, lo fenómenos musicales se reúnen mediante una organización temporal que los determina, los cuaja en una articulación rítmica que se encuentra en copresencia con el tiempo vívido. Pero en esta fijación temporal que evita que los sonidos se desmoronen, la música aspira, potencialmente, a su propia superación, puesto que la idea se fija en su trascendencia más allá del tiempo

A propósito del concierto de "No cantes Victoria" en el Molly´s Croos

La actividad musical en este local que se arriesga por la cultura en nuestra ciudad permite el acercamiento de la música a los distintos lenguajes de los jóvenes, que en su mayoría llenan los momentos de sus conciertos, igual se puede oir una flauta que un píano o una banda de rock. Dos veces he asistido a los conciertos de No Cantes Victoria en The Molly´s Cross, una mañana de domingo en la que Victoria interpretaba sus canciones acompañada de los teclados y una noche acompañada de su banda. Distintos momentos y distinta puesta en escena pero las mismas sensaciones.

Estoy seguro que Victoria tuvo muy claro lo que quería ser en su vida porque a esa capacidad de transmisión sólo se llega por la experiencia y por la interiorización de un deseo y de unas posibilidades. Su forma magistral? sencilla? vital, de situarse delante del público, sin lugar a dudas produce una magia especial, característica fundamental para generar un sentimiento profundo en el alma de los que escuchamos.

"Decidí que quería ser yo y comprobar si mi música le podía gustar a la gente. Por eso me animé a componer mis propios temas, además de realizar versiones de artistas como Aretha Franklin, Sade, Beyonce, Stray Cats o Weathers Girls, siempre llevándolas a mi terreno e intentando que la gente escuchara algo diferente a lo que están acostumbrados".

Sola o acompañada, siempre por magníficos músicos, Victoria es una gran artista, su voz desgarrada pero dulce es capaz de llegar al corazón y llenarlo de entusiasmo por las sensaciones que nos produce y puedo asegurar que nunca está por debajo de sus intérpretes versionados, escuchar su música se convierte en un buen ejercicio para el corazón y para la vida. Gracias, Victoria, por darnos esa vida.

Gracias también a Hugo Matías, Sara Ruth, Dani Lagostena, Arturo Calvo, Bea Gómez y Alberto Caño, por acompañar a Victoria en su recorrido.

Fotos: Saray Nieto y Jacinto García