¿Qué dicen que tenemos que celebrar?, por José Benito Mateos Pascual

Como cada año por estas fechas, nos empiezan a bombardear por tierra, mar y aire con la celebración de no sé qué fiesta en no un pueblo de la provincia de Valladolid "de cuyo nombre no quiero acordarme", como escribía Cervantes. Una fiesta que ni nos va ni nos viene, porque los habitantes del Reino de León (Salamanca, Zamora y León) no tenemos nada que celebrar. Y es que ese día en la provincia de Valladolid se celebra el día de "su comunidad" porque, no nos llevemos a engaño, la actual autonomía está hecha por y para Valladolid.

Desde la invención de esta autonomía de Castilla y Valladolid (perdón, y León), las tres provincias leonesas hemos ido de mal en peor. Se nos ha cerrado la línea de ferrocarril de la Vía de la Plata, la que precisamente unía las tres capitales de provincia leonesas (Salamanca, Zamora y León) mientras se llevaba el AVE a Valladolid (¡qué "casualidad"!). Se ha ninguneado a los aeropuertos de Salamanca y de León mientras que se potenciaba el de Valladolid. Se ha creado una supuesta marca de calidad autonómica cuyo único motivo de existencia es político, mientras se olvidan nuestras tradicionales Denominaciones de Origen.

Se ningunea la historia de nuestro Reino de León, mientras se nos quiere vender no sé qué cuento de hadas de un inexistente reino con el nombre de la actual autonomía. Se gastan millones de euros en inventarse un inexistente sentimiento de pertenencia a una autonomía inventada hace 30 años (aunque quieran vendernos que ha existido desde siempre). Desde la existencia de esta autonomía el histórico Reino de León ha perdido 130.000 habitantes mientras Valladolid ha aumentado de población espectacularmente...

La lista de agravios y desaires a nuestra tierra es interminable. Por ello, desde el PREPAL (Partido Regionalista del País Leonés) pensamos que el día 23 de abril los habitantes de las tres provincias leonesas (Salamanca, Zamora y León) no tenemos nada que celebrar, a no ser que queramos celebrar el ninguneo y el abandono de nuestra tierra.

José Benito Mateos Pascual