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Política municipal de izquierdas, por Javier Ramos Pérez
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OPINIÓN

Política municipal de izquierdas, por Javier Ramos Pérez

Actualizado 19/04/2015
David Rodríguez

Una alcaldía responsable de izquierdas sería aquella que más allá del programa electoral que tuviese, fuese capaz de responder ante la ciudadanía

[Img #285595]Se avecina un mes intenso. Las elecciones municipales han sido convocadas, los partidos empiezan a tomar posiciones, los habitantes del pueblo se interesan por conocer quienes figuran en las listas electorales. Prácticamente todo el engranaje del sistema democrático está funcionando en este periodo para aportar lo que buenamente pueda a los gobernados.

Hasta el día 24 de mayo, veremos panfletos, octavillas, dípticos, debates -tanto en bares como en la casa del pueblo-, obras, farolas de las que cuelga la cara de algún conocido? Todo el entramado está ya preparado.

A menudo se escucha que en las elecciones generales el voto se razona siguiendo unos criterios más estrictos, sin embargo, en las municipales, no se vota tanto a un partido, sino a una persona. Es común que en un pueblo pequeño una gran cantidad de gente conozca personalmente a quienes se presentan, sepan de antemano su inclinación ideológica, la manera de desenvolverse en los problemas que puedan surgir, e incluso el interés personal que puedan perseguir estos candidatos.

Centrando el artículo en un concepto determinado y no en la tónica general como hasta aquí he hecho, trataré de establecer unos mínimos, que desde mi punto de vista son aceptables, de cómo se puede llevar a cabo una política local progresista o de izquierdas.

Históricamente los movimientos de izquierdas surgen como mareas de cambio. A lo largo de la historia ha tenido unas pautas importantes, como la reducción de jornada laboral o la ampliación de derechos sociales. Los proyectos de izquierdas en la actualidad proponen someter a estudio la deuda pública o redireccionar la política monetaria. En cualquier caso, un pensamiento de izquierdas suele ser amplio y extrapolable a la mayoría de ámbitos del estado, sin embargo ¿Cómo puede una pequeña administración local ser baluarte de tales planteamientos? ¿Es posible que los principios del movimiento histórico puedan ser aplicables en la pequeña economía de casa?

Suponiendo que un partido denominado de izquierdas, quisiese poner en marcha en una esfera municipal los planteamientos morales de su ideario, así como puntos de política técnica determinados, este debería de sustentarse en tres conceptos; que son la trasparencia, la responsabilidad política de los gobernantes frente a los gobernados y el derecho de "réplica" o desacuerdo general por parte de los habitantes, así como las concesiones administrativas y la reducción de trámites burocráticos.

La trasparencia es un concepto importantísimo, y que merece un lugar especialmente relevante en un programa local de progresista. Obviando que en España ahora mismo la corrupción presenta un grave problema, y esta no estaría en tan altos índices si existiese una mayor trasparencia, es justo mencionar que la opacidad debe de ser el principal enemigo de la izquierda local. Un gobierno que publica las cuentas de absolutamente todos los procesos, todos los gastos, las facturas etc? muestra un compromiso que marca la diferencia con un gobierno conservador, que si tiene corruptelas no se descubren, pero en caso de que no las tengan, tampoco están dispuestos a mostrar sus cuentas.

La trasparencia de las instituciones no es otra cosa que mostrar a los ciudadanos que el dinero público se administra de una manera determinada, y que no será necesario que sea un juez quien lo diga. Comprendiendo que el dinero público es de todos los contribuyentes, no es para menos que estos puedan conocer en todo momento a que se destina el dinero, si se gasta en partidas de empleo o de integración social, cuánto cobran los trabajadores de la administración, cuanto será el dinero exacto que se empleará para obras públicas. El hecho de que los ciudadanos puedan obtener fácilmente la información de su ayuntamiento es un factor importante para una administración local de izquierdas.

La responsabilidad política es un punto que a mí personalmente me resulta muy interesante tratar. Un gobernante debe de conocer el terreno de juego, y en función de este, trazar sus líneas políticas. Cuando el programa electoral se elabora, se debe de pensar en que este ha de ser ejecutado por completo, de no ser así el partido gobernante no debe de extrañarse si se refieren a él como mentiroso, o cuestionan su legitimidad. Imagínense ustedes a un partido que tuviese como propuesta la abolición del Carnaval del Toro. Una alcaldía responsable de izquierdas sería aquella que más allá del programa electoral que tuviese, fuese capaz de responder ante la ciudadanía.

La mayoría silenciosa es un término un tanto tramposo, es cierto que existe, pero en política se debe escuchar al clamor de la gente que se esfuerza en hacer ruido. Cuando una formación política que trata de ser el resorte de las personas desfavorecidas alcanza el poder, lo último que debe de hacer es distanciarse de su base, es decir, no olvidar a las personas, a los barrios, las reuniones con asociaciones, y los actos públicos. Es más, sería conveniente que a mayor representación local, a mayor "poder" de la formación, más a menudo deberían de ser las reuniones y los actos. Cuanto mayor es la representación de un partido, mayores son las cuentas que debe de rendir ante sus votantes. Los partidos políticos deben de empatizarse con las personas, reunirse y hablar. La izquierda local cuanto más cerca esté de los problemas de la sociedad y más confianza dé a los habitantes del pueblo, tanto mayor apoyo obtendrá.

El tercer y último concepto tratado tiene más que ver con la política técnica que con los quehaceres de quienes tratan de gobernarnos. Desde mi joven punto de vista, al margen de aumentar la partida de gasto social, el deber principal de una izquierda local responsable es fomentar el desarrollo del pueblo en cuestión. Es simple y recurrente la afirmación, pero es cierta. Agilizar los trámites burocráticos de un ayuntamiento es sencillo, únicamente se requiere eficacia en la gestión, es decir, que los trámites para abrir una empresa o un negocio no se demoren un mes o incluso más como ocurre en la actualidad. El contribuyente que quiera abrir un negocio, no debe de esperar más de una semana para hacerlo. Los permisos necesarios para abrir negocios, siempre que estos sean competencia de la administración municipal, deben de estar constantemente en movimiento, sólo de esta manera podrá generarse empleo en un área que pierde 1.500 habitantes por año.

La segunda fracción de este apartado está referida a las concesiones públicas. Una administración que cuenta con ciertos recursos que no consigue explotar debe de permitir que otros colectivos traten de hacerlo, y de esta manera fomentar la creación de un tejido empresarial que pueda reportar estabilidad a nuestra ?para algunos sociólogos- siberiana región.

No me estoy refiriendo a la privatización, ni mucho menos, me refiero a que, de vuelta a lo anterior, el ayuntamiento debe de otorgar lugares públicos a todos aquellos que lo quieran explotar. Las concesiones públicas mantienen la titularidad municipal o estatal en todo momento. Quizás, como ejemplo, el ayuntamiento tenga un local que no utiliza para mucho. Es el deber de una administración de izquierdas, que busca en todo momento el desarrollo, ceder este local con condiciones no abusivas a aquellas personas que quieran montar en él un negocio. El ayuntamiento siempre debe de fomentar que se genere dinero y que este se distribuya; esto solo ocurre creando un tejido empresarial resistente que deriva en un aumento de la renta de los habitantes, que a su vez es un incentivo para nuevos comercios..etc?etc?

Finalizando, la forma de proceder, en mi opinión, de un partido que tiene en su ADN conceptos a gran escala que obviamente en una administración local no se pueden llevar a cabo, son la trasparencia, para hacer sentir a los ciudadanos que se les tiene en cuenta, y no engañados. Responsabilidad, para que los gobernados se sientan implicados en los quehaceres políticos, y evitar también oleadas de críticas, un gobierno responsable y cercano, que si comete un error no tiene problemas para transmitírselo a los ciudadanos es un gobierno seguro y democrático. Desarrollo, concesiones y reducción de los trámites para afrontar los problemas que se plantean en el municipio actualmente, como la despoblación, o la economía sumergida. Son las empresas las encargadas de llevar a cabo esta parte, pero el ayuntamiento, como árbitro en muchas cuestiones económicas, debe de poner todo cuanto esté de su parte por fomentar la creación de empleo y el desarrollo sostenible de este nuestro pueblo.

Javier Ramos Pérez

Estudiante

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