Martes, 30 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Objetivo: agrupación de emprendedores
X

Objetivo: agrupación de emprendedores

Actualizado 18/04/2015
Rubén Sánchez Parazuelo

No queriendo obviar el momento político en el que vivimos inmersos y cumpliendo uno de los dos lados de la cama en la que este humilde columnista vive (politólogo y emprendedor) el artículo de la semana pasada trataba la cuestión de los voceros y vendedores de "buenismo" que nos tocará vivir. Pero el objetivo principal es tratar la cuestión económica, esa de la que se vive el día a día y no en los 15 días de campaña en la que trabajan muchos políticos cada 4 años.

Abría una serie de objetivos a tratar y con los que, si realmente queremos haber aprendido algo en esta dura y larga crisis, podamos plantear salidas. Hace 15 días el objetivo era "joven empresario" centrado en el crecimiento de pequeñas y medianas empresas. Crecimiento y datos alentadores que, poco a poco, van llegando de mano del Banco de España con la Central de Balances Trimestral en la que se asegura que el crecimiento global de éstas ha sido de un 1,4% en 2014. Poco, sí, pero estamos tan extenuados de datos negativos que un soplido se torna a puerta abierta a la recuperación y a secar las agotadas y sudorosas frentes de los que trabajamos 14 horas diarias.

Ahora queda el gran reto, superar los errores que han aflorado en este largo periodo de crisis y transformarlos para que no supongan un reto de crecimiento y, al tiempo, supongan un impulso. Los emprendedores, máxime cuando tienen la vitola de jóvenes emprendedores, cuentan en su haber con los conocimientos y la fuerza de la ilusión. Su fuerza incansable que hace que duerman poco, trabajen mucho y descansen nada. Junto con ellos caminan los experimentados emprendedores. Muchas veces no por años, si no por las veces que han aprendido del fracaso. Es momento de hacer confluir ambas energías para luchar contra el denominado "efecto 50". Este efecto, denominado por los economistas como la ruptura del crecimiento empleador y productivo debido al paso de pequeña a mediana empresa, provoca importantes disfunciones que impiden la solidez de la recuperación económica y un crecimiento estable y serio.

Salamanca es uno de los más claros ejemplos. Hasta las pocas empresas denominadas Gran Empresa, lo son más por su volumen de facturación que por el número de empleados. Este factor, junto con la dificultad de hacer negocio desde Salamanca para ámbitos fuera de lo turístico o agro-ganadero, son elementos tremendamente significativos como para que en la capital del Tormes y en toda su provincia, surjan medianas empresas. Las medianas empresas son, por su carácter empresarial, puramente empleadoras. Puede que sean de las que menos beneficio neto produzcan, pero son, sin duda, las más empleadoras.

Frente a esa maquinaria empleadora que es la mediana empresa, España, y más aún Salamanca, están plagadas de pequeñas empresas. Muchas de ellas no es que no puedan, es que no quieren dar el salto a la mediana empresa. El porqué es sencillo, la excesiva intervención administrativa, las obligaciones desmesuradas, en definitiva, un castigo por crecer. Lo que nos hace falta en este país es premiar a quien halla la fuerza para crecer. Nada da más orgullo a un empresario que dar empleo. El número de empleados y no el EBIDTA o la facturación bruta es lo que hace brotar un brillo especial en la mirada de un empresario. El mismo brillo que sale de la mirada de los trabajadores que hablan de su empresa con orgullo.

Las medianas empresas sacarían del paro a la mitad de los parados de Salamanca. Las agrupaciones de emprendedores canalizarían la dispersión de esfuerzos, descargarían horas de trabajo, permitirían dar a conocer más los progresos empresariales. Traducirían las sinergias de los cluster y de otras denominaciones que se dan a los nucleos de emprendedores en medianas empresas con una importante capacidad empleadora. Los trabajos accesorios ya no los desarrollarían falsos autónomos o becarios. El premio a la agrupación de emprendedores deben ser la facilidad en la contratación, la desvinculación al centro de trabajo y al desempeño de funciones específicas a favor del servicio a la mediana empresa que constituiría la agrupación empresarial, al tiempo que se genera flexibilidad e identidad propia de cada emprendedor base. Es decir, si el fin común es crear desarrollo tecnológico en gestión turística, por poner un ejemplo, existirán: desarrolladores web, desarrolladores de app, comerciales, agentes de banca y gestión de cobros, técnicos de turismo, trabajadores del sector servicios, seleccionadores de recursos humanos, formadores técnicos, etc. Hasta el momento, muchos de ellos son empresas individuales que prestan sus trabajos a todo el cliente que llega. Cada uno tributa y paga, genera movimiento, pero mucho de él produce como resultado mucho gasto y poco ingreso.

Las medianas empresas no son del gusto de los dirigentes políticos. Las pequeñas nutren de cientos de miles de millones en impuestos y cargas. Esa minoría millonaria que hace aportaciones cuantiosas a las arcas. Las Grandes Empresas son esas empresas "amigas" que permiten colocar a acólitos de partido, familiares, amigos de interés o de toda la vida? Esas empresas que favoreciéndolas con contratos públicos o con cambios regulatorios se convierten en las puertas giratorias de muchos dirigentes, tal y como hablaba abiertamente Felipe González hace unos días en televisión.

En definitiva, un grito de auxilio al empleo en Salamanca en forma de la liberalización, mediante el premio y no el castigo, al desarrollo de medianas empresas en nuestra provincia.

Para quien quiera datos de lo referido, puede encontrarlos en Eurostat y en ellos se resume que:

-La estructura empresarial en España es débil por la carencia de insuficiencia de tamaño de las empresas;

-En la caída de 2013, el valor añadido y el empleo cayeron menos en la Mediana Empresa frente a la Pequeña o la Gran Empresa;

-Las ME tienen una productividad por empleado del 91%;

-Las ME tienen una tasa de temporalidad en el empleo casi nula (más empleos fijos o de larga duración)

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...