CANTALAPIEDRA | Este día no se escatima en preparativos alimentarios, de hecho los obradores locales han estado colmados de encargos
La Carolina volvió a acogen en la tranquila espesura de sus pinares, la merienda del Lunes de Aguas. Gentes de Cantalapiedra, Tarazona de Guareña, Vallesa de Guareña, Villaflores y otras poblaciones volvieron a optar por la tradición y eligieron estos pinares para disfrutar de esta jornada de reunión entorno a una mesa plagada de alimentos. Otras personas de la villa han optado por acudir a los montes, donde, también con su aliño especial, la fiesta se comparte con vecinos de otras localidades.
Este día no se escatima en preparativos alimentarios, de hecho los obradores locales han estado colmados de encargos. Entre las numerosas mesas de camping improvisadas para la ocasión podían verse desde las típicas tortillas de patata, pasando por los hornazos que se han fabricado en la panadería de Cantalapiedra, hasta los de masa dulce que hace el panadero de Palaciosrubios. Incluso se han podido ver otra serie de manjares, como las rosquillas de azúcar o las empanadas típicas de la localidad. Todo ello regado con buenas bebidas, refrescos para los conductores y limonadas u otras serie de licores para quien no tenía que ponerse al volante.
El aliciente más destacado de esta jornada fue la compañía de familiares o amigos. Y para concluir, no faltó el buen cante flamenco, el de Reyes Galocha, que rodeado de buenos amigos y amantes de esta fascinación por la música y la alegría, le acompañaron con palmas, baile, energía, y alguna voz más para animar esta fiesta improvisada en plena naturaleza.
Jorge Holguera