En la celebración el Obispo ha bendecido los Santos Óleos y ha consagrado el Santo Crisma que después serán utilizados para administrar los Sacramentos del Bautismo
El Obispo de Salamanca, Mons. Carlos López, ha presidido este miércoles en la Catedral Vieja la solemne Misa Crismal en la que ha participado el presbiterio diocesano. En la celebración el Obispo ha bendecido los Santos Óleos y ha consagrado el Santo Crisma que después serán utilizados para administrar, durante el resto del año, los Sacramentos del Bautismo, Confirmación, Unción de enfermos y Orden Sacerdotal. Además, durante la celebración los presbíteros han renovado, ante el Obispo y el pueblo de Dios, las promesas sacerdotales que realizaron en el día de su ordenación.
Estos Santos Óleos, han estado depositados durante la celebración en tres grandes ánforas colocadas en el presbiterio de la Catedral Vieja. Para bendecir los Santos Óleos y el Crisma, el Obispo sopla, literalmente, hacia el interior de las tres ánforas mientras invoca al Espíritu Santo. Al término de la eucaristía se repartirá el contenido de las tres ánforas para que sea distribuido en todas las parroquias de la Diócesis de Salamanca y pueda ser usado en los respectivos sacramentos a los que está destinado.
Este año la Misa Crismal adquiere un significado especial la renovación de las promesas de la ordenación sacerdotal, como ha señalado nuestro obispo, "por encontrarnos en el inicio del tiempo de la Asamblea diocesana dedicado a la renovación espiritual". La celebración Crismal, junto con la fiesta de San Juan de Ávila, patrón del clero español, son las dos grandes citas que cada año congregan en una misma celebración a casi la totalidad de los presbíteros de la diócesis de Salamanca.
Fotos: Pablo de la Peña