Jueves, 28 de marzo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Misterio del Mal
X

Misterio del Mal

Actualizado 30/03/2015
Ferenando Segovia

Escribo estas líneas todavía conmocionado por la atrocidad presuntamente perpetrada por Andreas Lubitz, copiloto del vuelo de Germanwings Barcelona-Düsseldorf. En estos días en que uno está entrenado en el silencio y la introspección por el esfuerzo de preparar la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, hurgo en las causas de mi horror: desde luego me estremezco y me quedo helado al ponerme en la piel del comandante de vuelo o de los ciento cuarenta y nueve pasajeros que asisten a los inútiles esfuerzos por abrir la puerta de la cabina de mando mientras las paredes rocosas se acercan al nivel de las ventanillas laterales; una tristeza mortal me invade solo de pensar en los padres del copiloto, trasladados al lugar de los hechos, aislados de los demás familiares de las víctimas y escoltados por la policía; resbalo por las laderas escarpadas junto a los técnicos que intentan reunir los restos humanos y las pruebas materiales del choque conmocionados por el esfuerzo de mantener la cabeza fría, la razón, para poder ser útiles; me doy cuenta de la crisis que deben sufrir los directivos de la compañía aérea, acostumbrados a tenerlo todo calculado, todo previsto, todo perfectamente organizado y que, en ocho minutos se derrumbe como un castillo de naipes; y tiemblo ante la desconfianza y la angustia de otros pilotos y auxiliares de vuelo de la misma compañía y de otras. ¿Y cómo pasarán el duelo los familiares y amigos de los fallecidos si no se logra encontrar sus restos? Una vez que se sustancien los hechos y se culmine el informe de los técnicos, se tomarán medidas, con la esperanza de una mayor seguridad; pero caigo en la cuenta de que las medidas que se adoptaron después del 11 S son las que han conducido a esta catástrofe.

La policía alemana, ayudada por la francesa y la española, anda indagando en el pasado del copiloto, su estado de salud mental, su posible crisis existencial?Todo eso estará bien, pero no nos dejará satisfechos. El vacío, la angustia, la negatividad que experimentamos nos sitúa ante algo que no podemos dominar: el Misterio del Mal. Recuerdo la primera vez que tuve que enfrentarme, como párroco, con un caso de suicidio, absurdo e inexplicable como todos, por más razones sociales y existenciales, herencias genéticas y fallos neuronales u hormonales que concurrieran. Llamé por teléfono al obispo D. Mauro ?entonces no era fácil llamar desde un pueblo perdido, a través de una telefonista manual- y aún recuerdo su respuesta: acompaña a la familia y haz el funeral con normalidad? ¿quiénes somos nosotros para juzgar el interior de una persona? Sólo Dios puede hacerlo.

El siglo pasado nos tiene acostumbrados a vivir de cerca el Misterio del Mal, con tal exceso que corremos el riesgo de cauterizar el alma, no sentir nada e intentar mirar para otro lado y olvidar: genocidio armenio, guerra de trincheras en la I Guerra Mundial, persecución religiosa en España y represión indiscriminada por parte de los vencedores antes, en y después de nuestra Guerra Incivil, Holocausto nazi, Gulag soviético, genocidio camboyano, genocidio en Ruanda y Burundi, entre otras atrocidades. Y del siglo XXI no hace falta hablar, que lo tenemos reciente y estamos en ello.

Para los cristianos, el Misterio del Mal persiguió, apresó, condenó y ejecutó injustamente a Jesucristo. Pero el Misterio del Mal fue afrontado, enfrentado y vencido en el mismo lugar de su aparente triunfo: en la Cruz de Jesucristo. Eso es lo que va a celebrarse durante los próximos días en la intimidad de las conciencias, en las celebraciones de nuestras iglesias y comunidades, en la calle con las procesiones.

Crisis espiritual de nuestro tiempo: banalizar el Misterio del Mal porque hemos perdido las herramientas para enfrentarlo y superarlo. Y las hay.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...