Miércoles, 08 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Ignorado y rechazado
X

Ignorado y rechazado

Actualizado 29/03/2015

En las vísperas de la celebración de la Semana Santa, son muchos los que se preguntan por qué fue condenado a muerte Jesús de Nazaret. Es interesante recordar lo que el Beato Pablo VI decía el 4 de abril de 1965, en la iglesia romana de Nuestra Señora de Guadalupe. Era el primer domingo de Pasión y el Papa ponía en boca de Jesús estas preguntas: "¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado? ¿Qué es lo que me podéis achacar o reprobar? ¿Qué he hecho yo jamás para veros a todos hostiles? Es porque no escucháis la palabra de verdad."

Puede parecer cruel este juicio. Pero seguramente es acertado. No es fácil explicar de otra manera que Jesús, el Hijo de Dios venido al mundo para salvar al mundo, no haya sido reconocido ni aceptado, sino por el contrario, odiado hasta la muerte. Pero tampoco es fácil explicar que este hecho se repita a lo largo de los siglos.

Pablo VI se preguntaba por qué el Señor encuentra también hoy tantos enemigos: "Qué ha hecho Él a la humanidad para que tanta gente se vuelva contra Él, hasta el punto de que algunos crean hacer bien lanzándose contra el cristianismo, que ha difundido tesoros de justicia y paz, liberación y santidad; dones admirables que Jesús trajo consigo?"

Se dice a veces que el mensaje es aceptable, pero los mensajeros no merecen confianza. El Concilio Vaticano II diría pocos meses más tarde que "en los orígenes del ateísmo pueden tener una gran parte los propios creyentes, si, con el descuido de la educación religiosa, con la exposición inadecuada de la doctrina, o con los defectos de su vida religiosa, moral y social, han velado más que revelado el verdadero rostro de Dios y de la religión" (GS 19).

En el pasado muchos repetían una y otra vez una especie de consigna: "Cristo, sí; la Iglesia no". Hasta citaban en su favor un pensamiento atribuido a Gandhi. Pero hoy el panorama es más complejo. Son muchos los que, de una forma o de otra, parecen dispuestos a proclamar: "Iglesia no; Cristo tampoco".

¿A qué se debe ese rechazo? Pablo VI buscaba la explicación en una de las frases que Jesús pronunció desde la cruz: "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen". Y añadía: "No saben? La misma cosa se repite. En el drama del cristianismo, en el mismo drama de Cristo, que suscita enemistad, oposición y hostilidad en el mundo, se encuentra un fenómeno de ignorancia y desconocimiento. No saben lo que hacen aquellos que no quieren acoger y recibir a Cristo y se rebelan contra Él".

Pablo VI no pretendía acusar a los incrédulos o a los ateos. De hecho, inmediatamente se dirigía a los fieles católicos, para exhortarlos a escuchar la voz del Señor. Sus palabras preludian las de Juan Pablo II: "No temáis a Cristo. No tengáis miedo de Él. No os resistáis a conocerle. Sentid el grande, el dulce deber de estudiarlo y dar acogida a sus preceptos". Quien lo ha aceptado con fe, no debe ignorar a su Señor y Salvador.

LA LLEGADA DEL SEÑOR

Domingo de Ramos. B.

29 de marzo de 2015

"Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento" . Así comienza la primera lectura de la misa de este Domingo de Ramos. Un hermoso e inquietante texto, tomado del tercer cántico del Siervo del Señor, que se nos ofrece en el libro de Isaías (Is 50,47).

El texto bíblico juega con dos de los sentidos. Quien sirve a Dios ha de estar dispuesto a oír y a hablar. El Siervo se muestra decidido a escuchar la voz de Dios y, en consecuencia, a escuchar a todos los que sufren. Gracias a esa disposición, sus palabras podrán ofrecer aliento a los que han perdido la esperanza.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que tales disposiciones no le resultan cómodas. El profeta será golpeado y recibirá escarnios y burlas sin cuento. Con todo, en el Señor encontrará ayuda y consuelo para superar la vergüenza y el bochorno a que pretenden someterle sus enemigos. Así comienza la Semana que nos llevará a presenciar el sacrificio de Jesús.

HUMILLACIÓN Y SILENCIO

También la segunda lectura evoca el misterio de la grandeza y el abajamiento de Cristo. En el precioso himno que Pablo incluye en la carta a los Filipenses, contemplamos la humillación del Señor que se hace siervo. Y la grandeza del siervo que es elevado a la gloria celestial, para que su nombre sea alabado en el universo entero (Flp 2, 6-7).

En el evangelio que se lee el Domingo de Ramos, todos los años se recuerda la pasión de Jesús. En esta ocasión nos corresponde proclamar el texto del evangelio de Marcos. Hay en él al menos siete rasgos que lo diferencian de los otros relatos sinópticos. Baste subrayar tan sólo uno de ellos.

Tras la muerte de Jesús, se destaca el asombro del centurión. Mientras Mateo la atribuye al seísmo y Lucas a todo lo ocurrido, en general, Marcos anota otro motivo fundamental: la observación del modo como había expirado Jesús (Mc 15, 39). Así pues, Jesús es palabra y revelación, con sus hechos y dichos, pero también con el silencio de su propia muerte.

LA LLEGADA DEL REINO

Antes de la celebración de la Eucaristía, tiene lugar la procesión de los ramos. Para comenzar, se proclama el texto del Evangelio de Marcos (Mc 11,1-10). En él se recogen las aclamaciones de las gentes que acompañan a Jesús en su entrada en Jerusalén

? "¡Bendito el que viene en el nombre del Señor". Bendecir a Dios es una forma habitual en la oración judía. Con los hebreos, también nosotros bendecimos a Dios que nos envía a su Mesías y bendecimos y acogemos al Mesías enviado por Dios.

? "¡Bendito el Reino que llega, el de nuestro padre David!". La fe cristiana identifica a Jesús con el Reino de Dios. Con Jesús, Dios se manifiesta como Señor de la historia. En él se cumplen las antiguas esperanzas . En él está nuestra salvación.

? "¡Viva el Altísimo!" Jesús es la revelación del Dios de la creación y de la historia. También en este momento y en este lugar concreto en que vivimos, los seguidores de Jesús hemos de suscitar la admiración de la fe, la confianza de la esperanza y la eficacia del amor.

- Señor Jesús, queremos acoger tu visita a nuestra vida. Que tu presencia despierte en nosotros la alegría del Evangelio y nos prepare para aceptar tu cruz y gozar de tu luz. Amén

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...