El Castillo acoge desde hoy la exposición del primer documento jurídico de la villa, el que normalizaba el derecho para la estabilidad y la convivencia de sus habitantes
La restauración del Fuero de Alba de Tormes ha sido posible gracias a la colaboración entre la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, a través del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales y el Ayuntamiento de Alba de Tormes. Esta actuación se enmarca dentro del programa de recuperación y conservación de la documentación histórica medieval que albergan los archivos provinciales y municipales de Castilla y León.
En la presentación del documento histórico estuvo presente el director general de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz, que estuvo acompañado de la alcaldesa, Concepción Miguélez y varios concejales del equipo de Gobierno. El Fuero de Alba de Tormes recoge las leyes (derecho consuetudinario, o de costumbre) propias de la villa y tierra de Alba. Lo conceden Alfonso VII y su mujer Berenguela en Salamanca, el día 4 de julio de 1140. En él se otorga carta-puebla o fuero, a los pobladores de la localidad, según el modelo leonés dentro de la familia foral de Zamora, Salamanca y Ledesma.
"En el nombre de Dios, yo Alfonso, emperador de España y mi mujer Berenguela, damos y concedemos estos fueros al Concejo de Alba de Tormes".
Tras la desaparición del documento y por encargo del concejo de la villa, se realiza una copia, la que hoy se conserva, con el traslado y confirmación de estas leyes que fue revalidado por el rey Alfonso X en 1279 y que él mismo aclara en el reverso del último folio:
"Pues que el libro de vuestro fuero que lo aviedes perdido e que estaba la villa sin fuero e que se non libravan y pleytos ningunos".
Con esta actuación, además de profundizar en el conocimiento de la parte material del documento, se ha posibilitado la conservación del primer documento jurídico de la villa, el que normalizaba el derecho para la estabilidad y la convivencia de sus moradores.
El Fuero se adscribe al régimen jurídico privilegiado de frontera, abarcando todos los campos que van desde el derecho civil, el penal, la de organización del trabajo y la convivencia local de sus pobladores. Implica la creación, primero, de una institución política, el concejo, dependiente directamente de la monarquía, que queda encargada de la administración local y del territorio concedido a la villa. Alba de Tormes será, desde este momento, aparte del núcleo murado y sus arrabales, las aldeas o "vecindades" de Martínvalero, Amatos, Las Huertas, Palomares, Tejares, Torrejón y la Aldehuela.
En segundo lugar, mediante la concesión de un amplio territorio, se crea una jurisdicción en la que todos sus pobladores están bajo el control del citado concejo. La concesión del Fuero supone la creación de una diferenciación social entre los vecinos y habitantes de las villas, del término jurisdiccional y los de otros espacios rurales. Esta diferenciación queda marcada por una serie de derechos de enorme trascendencía: otorgaba un mercado semanal, implicaba derechos personales que iban desde la inviolabilidad del domicilio a derechos políticos, y regulaba la fiscalidad frente a la feudalidad del territorio rural.
El proceso de conservación y restauración
Los tratamientos aplicados se han basado en garantizar la permanencia del documento, mediante los procesos de retirada de sustancias ácidas en la superficie, rehidratación de la piel de pergamino cámara con inyección de agua vaporizada por ultrasonidos sobre mesa de succión, consolidación de cortes y desgarros con injertos de nueva piel de pergamino, ordenamiento de los folios y reproducción de costuras originales sobre una cubierta de protección en pergamino.
Estudios
El Fuero fue escrito sobre pergamino, en forma de cuaderno, del que pendería el sello concejil. Cuenta con veintidós folios, con las páginas manuscritas en letra gótica, en una caja de escritura ordenada proporcionalmente mediante párrafos, tantos como el mismo número de leyes que contiene. Se inician con la expresión "Fuero de..."seguida de la inicial de mayor tamaño en tinta de color rojo.
Previo al proceso de restauración se ha realizado un profundo estudio de sus características técnicas, formales y materiales, mediante la observación directa con luz visible e imágenes digitales de alta resolución y la aportación de resultados con técnicas de análisis instrumentales: microcopia óptica, microanálisis con rayos X, microscopía electrónica de barrido y espectroscopia infrarroja.