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"No es un bebé como imaginaba, lo veía muy pequeño e indefenso, casi transparente"
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Deborah Herrador, madre de un bebé prematuro

"No es un bebé como imaginaba, lo veía muy pequeño e indefenso, casi transparente"

Actualizado 14/03/2015
Sandra Baz

SALAMANCArtv AL DÍA recoge testimionios de afectados por la dura experiencia de tener un hijo prematuro / La vivencia real de vivir el nacimiento de un hijo de 26 semanas, 740 gramos y 31 centímetros ante el equipo sanitario que le ha mantenido con vida (

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Por iniciativa de Rosario Palomo, psicóloga de Pediatría del Complejo Asistencial de Salamanca (CAUSA), Deborah Herrador explicó la difícil experiencia de tener un hijo prematuro que necesitó tres meses de ingreso en la unidad de Neonatología para salir adelante ante numerosos profesionales sanitarios de Pediatría.

Con proyectos como éste, el servicio de Pediatría desea ampliar la visión de los cuidados al niño que contempla la atención necesaria al núcleo familiar, incorporando el punto de vista de los padres y cómo lo experimentan desde su perspectiva. Así se facilita mejor el paso de los progenitores, y por extensión del bebé, por la Unidad, subsanando las deficiencias que puedan surgir en el día a día y potenciando ese vínculo relacional madre-hijo tan trascendente para su futuro.

[Img #251153]Los profesionales sanitarios están tan acostumbrados a asumir la responsabilidad en el cuidado del niño y la vigilancia especializada que requieren los prematuros, que a veces puede pasar a segundo plano el cuidado del resto de la familia, aún sabiendo que todos forman parte de una única unidad familiar.

Deborah agradeció y valoró el nivel de profesionalidad de los sanitarios "y lo mucho que cuidan los pequeños detalles para que los niños se sientan más cómodos". También demandó más tiempo para compartir con sus hijos y una información más continuada cuando el estado del bebé es crítico. Teresa Carbajosa, neonatologa del Hospital, reconoció que "algunos abuelos juegan un papel muy importante y hasta ahora se les ha mantenido un poco al margen".

Teresa Carbajosa, pediatra neonatologa, explica las peculiaridades del niño prematuro

Tener un hijo prematuro es un proceso muy complejo para los padres "es dramático y sufren mucho".

Un bebé es prematuro cuando nace antes de la 37 semana de edad gestacional. "Pero entre 23 que empieza a ser viable hasta la 37 hay un abanico muy grande. Los grandes prematuros son los que nacen entre la 23 y la 29 semana; son los que tienen mayor patología. Entre la 29 y la 32 también hay gran inmadurez pero no es tan importante. Los superiores a la 33 semana tienen menos complicaciones".

A los grandes prematuros les falta todo el tercer trimestre de gestación. Morfológicamente están formados pero no han madurado y no han crecido lo suficiente. "Nos encontramos con que todos sus órganos y todo su cuerpo [Img #251155]tiene falta de madurez y falta de desarrollo. No están preparados para asumir la independencia de una vida extrauterina. Tienen problemas respiratorios porque el pulmón es el primer órgano que tiene que empezar a funcionar y no está preparado para ello; por eso los bebés necesitan ventilación mecánica. Tienen un corazón que se tiene que adaptar a la vida exterior porque fetalmente funciona de otra forma. Tenemos muchos problemas con la alimentación porque tienen un intestino muy poco móvil y que puede perforarse fácilmente. Y por último, tienen un sistema nervioso central muy inmaduro. Es imprescindible favorecer el desarrollo correcto del cerebro para que no se produzca ningún daño cerebral. En definitiva, tenemos que darles lo que necesitan sin crearles ningún daño añadido".

Ser padres en neonatología

Con el relato, 'Ser padres en Neonatología', Deborah Herrador emocionó a su marido, a sus padres, a los médicos y a las enfermeras. Deborah narró con todo detalle su paso por la unidad de Neonatos. "Tenía claro que quería ser madre, pero nunca me imagine que iba a ser tan difícil y complicado. Tras 3 años intentándolo, por fin lo conseguí y en menos de 6 meses, de los cuales 3 de ellos los pasé en la cama, todo llegó a su fin el día 24/09/2014. Tan solo 26 semanas, 740 gramos y 31 cm."

El momento de conocer a su hijo, ese día tan deseado, distó mucho del cuento de hadas típico de las películas de Disney. "El primer día me sentí perdida, la sensación que tenía era que solo con mirar a mí alrededor ya lo podía contaminar. No pude tocarlo. Me sentí sola y vacía por dentro. Estaba rota de dolor".

Deborah agradeció las muestras de cariño y los pequeños detalles que tienen los profesionales sanitarios con los niños. "Puede parecer una tontería pero cuando Paqui le hacía dibujos en los esparadrapos que cubrían los cables de Óscar, yo me sentía estupenda y feliz de que le tratase con tanto mimo. Es importante, porque si los padres no estamos bien o al entrar vemos algo que no nos gusta, yo creo que también se lo transmitimos al bebe. [Img #251152]Pude llegar a sentir su tubo de respiración en mi garganta y cuando le subían los mocos yo me ahogaba. Otra ocasión que agradecí con todo el alma fue con Laura San Feliciano, su pediatra, cuando le quitaron el tubo por primera vez, permitió que me quedara con ellos y pudiera hacerle fotos".

Una de las demandas que apuntó Herrador fue la de que los padres recibieran una rápida y pronta información por parte de cualquier profesional que esté a cargo del bebé cuando surge algún contratiempo. "Lo que peor llevaba dentro de la unidad es que el equipo de enfermería no está autorizado a explicar con detalle y hasta que el médico pase consulta, el tiempo se hace eterno y se pasa mucha fatiga. Había ocasiones que solo con mirar la cara de la persona encargada ese día del bebé sabía si algo iba mal y la angustia se acrecentaba hasta que venía el médico".

"El día que cogí a mi pequeño por primera vez en 'canguro', fue algo alucinante. Sentir en mi pecho un cuerpo tan pequeño y mirarle y pensar: hijo, si es que eres mío y aún no puedo creerlo. Que sensación tan maravillosa sentirlo fuera de la barriga, su calor, su tacto, su piel... Y el día que lo cogió su padre, para mí ya fue lo más grande que la vida me estaba dando en ese momento. Mis amores juntos, mis tesoros por primera vez en contacto fuera de la incubadora. Son pequeños momentos que nos regala la vida".

Como Salamanca es Hospital de referencia en Pediatría, muchos de los niños ingresados en Neonatos son de otras provincias, Deborah se solidarizó con esos padres que aún viven momentos más duros al encontrarse solos. También reivindicó que las normas de funcionamiento se contemplara la entrada a familiares muy cercanos como los abuelos. "El día que nos trasladaron de la UVI, fue un día muy emotivo, permitieron a mi padre pasar a ver a [Img #251148]su nieto y pude hacerles una foto juntos. Es algo que agradeceremos toda la vida, ya que solo está permitida la entrada a los padres. Yo apoyo, que en casos excepcionales, permitan la entrada a otro familiar, eso sí, siempre que haya un respeto y educación. El abuelo, iba conmigo todos los días y miraba a través de la persiana y el poder entrar allí tan solo unos segundos y conocer de cerca a su primer nieto fue muy bonito para los dos".

Confesó a los profesionales sanitarios que tras tantos meses de hospitalización, los progenitores los consideran parte de la 'familia del niño', aunque ellos no sean conscientes de ello. "Muchos días estaba más tiempo allí que con mi propia familia. Evidentemente, no todos los profesionales son iguales, pero para mí son una parte muy importante de mi vida, ahora mismo, ya que han sido tres meses muy largos e intensos en los que he tenido que vivir la evolución diaria de mi hijo. Aunque no lo parezca, es muy importante la relación con ellos, son un apoyo más en tu vida diaria y eso es algo que hay que cuidar. A lo mejor para ellos es solo un trabajo pero para los papás son las personas que cuidan de su hijo".

"Cuando llegó el momento de irnos a casa, fue emocionante despedirnos de la gente y ver que comenzaba otra etapa. Estábamos nerviosos, contentos y llenos de miedos pero aun así nos vestimos de gala para recoger a Óscar"

Deborah también hizo mención a Rosario Palomo, psicóloga de Pediatría del Complejo Asistencial de Salamanca, y animó a que todos los progenitores se apoyaran psicológicamente en profesionales como Palomo. "Con ella he podido ser yo. Hablar, llorar, reír, gritar sin que nadie me juzgue por ello. Podía desahogar todo lo que llevaba dentro. Ha sido para mí una gran ayuda".

También aconsejó a todos los padres que nunca tiren la toalla porque "lo que sentimos se lo transmitimos al bebé", aseguró Deborah.

El álbum de Óscar: sus primeros días de vida

Los padres de Óscar, Deborah Herrador y Óscar Cifuentes, han compartido amablemente su álbum familiar con SALAMANCArtv AL DÍA para que los lectores puedan hacerse una ligera idea del difícil trance de tener un hijo prematuro.

Por Sandra Baz

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