Ofrecer palabras

Para vivir, los humanos nos forjamos historias sobre nosotros mismos y sobre los demás, y de esta manera imaginamos el pasado y el futuro. Damos sentido a lo que nos sucede transformándolo en narraciones con un principio, un nudo y un desenlace, buscando causas y efectos, estableciendo similitudes y distinciones, ordenándolo todo en capítulos, secuencias o fragmentos, en definitiva, haciendo literatura.

Emili Teixidor

Conocer en persona a un autor no siempre es una experiencia gratificante. Y si me apuran, en primera instancia, no tendría por qué serlo. A un escritor deberíamos acercarnos por lo que nos dicen sus palabras y no por su forma de cruzar las piernas o mover las manos. Pero en los tiempos que corren, para qué negarlo, el pack de autor con brillo y prestigio conlleva letras y presencia. El problema surge cuando el creador de marras nos ofrece palabras en sus escritos que merecen leerse, pero al verlo, pongamos, en una entrevista televisiva, perorando de lo divino y lo humano, termina produciéndonos arcadas y nosotros, juramos en arameo, que jamás volveremos a leer un libro suyo. Tampoco es eso, pero allá cada cual.

En el caso que nos ocupa, el de Emili Teixidor, la suerte nos fue propicia a los que le conocimos por su obra y después en persona. Pudimos descubrir en él la evidencia de un buen conversador, lleno de gracia y fina ironía. En el intercambio de ideas, asaltaba siempre nuestra inteligencia, poniéndonos siempre a prueba, con una elegancia exquisita, como pudimos comprobar los que, en más de una ocasión, tuvimos la oportunidad de escucharlo en esta ciudad.

Pero vayamos ahora a sus libros, porque es en ellos donde ahora habita y podemos encontrárnoslo si ese fuera nuestro deseo.

En la diáfana y perspicaz cita que asoma al principio de este artículo, que pertenece al volumen titulado La lectura y la vida, este autor catalán que, como ya hemos dicho, sigue afincado en sus libros para niños, jóvenes y adultos, marca el trazo de los contenidos de este sugestivo libro.

En él se reflexiona de forma práctica (no, no es una contradicción) sobre diferentes técnicas para acercar la lectura en la escuela y el ámbito familiar. Y también recoge algunas reflexiones del autor sobre la función de la lectura y su importancia en nuestro mundo contemporáneo.

La experiencia de poder encontrarse con este título, y descubrir un compendio tal de afirmaciones, tan evidentes como necesarias, y no entender el motivo por el cuál no se ponen más a menudo en práctica. Junto a la demostración palpable de la estulticia que nos sigue llevando a caer, una y otra vez, en eso que ya he calificado en otras ocasiones como la "dictadura de la novedad", desechando la lectura de libros que mueren en los anaqueles de las librerías por tener más de cuatro o cinco años, debería ser el detonante de que algo no está funcionando como debiera en el campo de la lectura y su promoción.

Pero también la suerte de poder volver a leerlo, como sería mi caso, comprobar el interés y la vigencia de sus páginas, nos demuestra cuán real es el aserto de que todo buen escritor se encarna en sus páginas, aunque Emili Teixidor nos dejara hace ya algunos años.

¿Qué nos propone el autor de la famosa Pa negre, novela de recomendable lectura, de título con resonancias evidentes para los que vivieron nuestra posguerra, y en la que se basa la célebre película de título homónimo?

Teixidor lleva a cabo un acercamiento a la consideración que para él tiene la lectura y la literatura infantil y juvenil, atendiendo a su experiencia como autor de reconocidos títulos en este campo, como sería el caso de su premiado La Hormiga amiga, por citar uno de los más conocidos, y su conocimiento sobre estas materias como antiguo maestro y pedagogo.

¿Y en qué forma lo traslada a sus probables lectores para conseguir una buena comunicación?

Proponiendo, de forma muy coloquial y directa, al mediador (profesores y padres) una serie de prácticas y estrategias que les ayudaran a conseguir leer mejor:

Cada lector tiene su nivel y hay que conocerlo antes de recomendar un libro. Sepamos primero cuáles han sido sus últimas lecturas, lo que han leído con agrado o dificultad, cuáles son sus intereses?

También, reproduciendo el contenido de varias conferencias divulgativas, desgranadas en diferentes centros educativos e instituciones dedicadas a la lectura, donde analiza el papel que tienen las bibliotecas y las escuelas a la hora de acercar y promocionar la lectura:

El fracaso de la cultura llega cuando necesitamos cosas que nos llenen de sentido, en lugar de ser capaces nosotros de llenar de sentido las cosas.

Para consolidar una institución cultural, y un fondo de biblioteca realmente importante, también son necesarios tiempo, educación y consenso social.

Se pasea, además, y siguiendo su olfato de buen lector, por algunos de los libros fundamentales que un lector adolescente no debería perderse:

[?] el siglo XX privilegió a la adolescencia con obras como "El guardián entre el centeno" de Jerome David Salinger o "El joven Torless" de Robert Musil, y entre nosotros desde "La vida nueva de Pedrito Andía" de Sánchez Mazas hasta las primeras novelas de Ana María Matute, entre otras.

Y cierra su utilísimo, créanme, y práctico libro, transmitiendo una serie de recomendaciones dirigidas a padres y maestros para ayudar a la formación de futuros lectores:

El maestro que ya hemos comenzado a dibujar es un creador de espacios educativos. Espacios de encuentro.

Madre o padre e hijo dialogan con sus emociones. ¿Por qué en un momento dado, cesamos de proporcionar palabras a los hijos, y a dialogar emocionalmente con ellos? ¿Por qué no los escuchamos con más frecuencia y los ayudamos a expresar sus emociones, proporcionándoles palabras para ello?

Para terminar, y antes de que se hagan con su libro, pueda ser oportuno (para no renegar totalmente de estos tiempos) aproximarse a una semblanza visual de este autor, y hacerlo en su idioma materno:

Rafael Muñoz http://twitter.com/rmunoz