VILLORIA | Montando en burro o en caballo, uno a uno ha ido haciendo el pase para correr las cintas
Aunque ha amanecido el día con una gran helada, poco a poco ha ido haciéndose hueco el sol para que los Quintos de Villoria pudieran correr la cintas.
Primero y como alborada, los jóvenes de dieciocho años han despertado a los vecinos con el bombo y los cohetes. A las doce se han dedicado un rato para la misa y dar gracias a Dios, con un gesto de agradecimiento a las madres cada quinto ha regalado una rosa a su madre. Después de las típicas fotos de familia en la puerta de la iglesia han marchado al camino de la fuente para dar lugar al momento estelar de la fiesta de los quintos, la corrida de cintas. Montando en burro o en caballo, uno a uno ha ido haciendo el pase para correr las cintas, alguna anécdota que otra han hecho reír a familiares y amigos que han querido acompañarlos en este día tan especial.
Mónica González Hidalgo
LAS VILLAS AL DÍA
(Fotos: Mónica González y Mercedes Corredera)