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¿Por qué enfermamos? (Por Consuelo Vicente)
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¿Por qué enfermamos? (Por Consuelo Vicente)

Actualizado 12/01/2015

¿Cuál sería la forma de sanar? Mis personales ideas e indemostrables y la observación de otras vidas desde dentro, a las que por mi bendita profesión tengo acceso, me llevan a conjeturar que la fuente principal de todas nuestras enfermedades serían nuestras emociones, o mejor dicho, el desequilibro que estas nos producen en dosis fuertes y altas , y que nuestro cuerpo no está dispuesto a aguantar.

Por tanto, la enfermedad en sí tendría un valor terapéutico, enfermaríamos para sanar.

Observo en mi propia vida que a veces, después de varios días seguidos de alto estrés, suelo "pillarme" un morrocotudo catarro, mi cuerpo dice basta y consigue de esta forma bajar los altos niveles de activación a los que mi mente y mis emociones le someten.

Por tanto, nuestra tan odiada vulnerabilidad no sería tal, más bien sería el espejo en el que mirarnos para crecer, en el sentido de que gracias a esas carencias, aprendemos y crecemos. El espejo de nuestra vulnerabilidad, nos hace grandes, nos devolvería nuestra mejor y peor imagen (la enfermedad).

Las nuevas teorías de la neuroemoción (Enric Corbera y otros) intentan explicar como cada emoción, cada trauma, cada experiencia nuestra o de nuesto transgeneracional, nuestros ancestros, queda impregnada en cada célula, en el propio ADN y condicionan nuestra conducta de forma inconsciente, según este gran psicólogo, cuyo principal valor es su capacidad de síntesis, deberíamos de estudiar nuestro transgeneracional hasta dar con aquel momento, hecho o emoción que nos condiciona actualmente, traerla a la conciencia y revivir la emoción, para poderla olvidar y liberarnos de ella, de esta forma sanarí

amos ese síntoma. Existe algún diccionario de la biodescodificación que intenta asociar cada síntoma o enfermedad con el conflicto que lo origina y su resentir, bebiendo de las fuentes de Corbera, Louise L. Hay, Jacques Martel, Lisa Bourbeau y otros. Este diccionario describe los bloqueos físicos, emocionales, mentales y espirituales que corresponderían a cada enfermedad.

Pero no todo es tan sencillo, no es ciencia matemática que pueda asociar sin más un síntoma con su correspondiente conflicto, decir por ejemplo, que una alergia supondría que algo de tu entorno cercano te resulta amenazante sería muy simple, el ser humano es complejo, ya no vale desde este paradigma la diferencia entre cuerpo y alma, entre espíritu, mente o emociones, dado que el hombre se concibe como un todo y la materia como tal sería algo inexistente, o más bien un reflejo de la energía que nos da lo que la filosofía tradicional ha llamado "el ser", o la idea de dios como logos creador, ahora la nueva moda zen lo llama energía, universo y otra serie de nombres que se desapegan de la figura de un dios con atributos humanos, que tradicionalmente han venido imponiendo las religiones monoteistas y se vuelve a apelar a un panteismo, donde esa energía o fuente de vida sería reconocida en cada parte del mundo, incluidos nosotros mismos, y cada parte formando un todo universal.

El "quiz" de la cuestión sería averiguar que es en sí la energía, paradójicamente los físicos cuánticos nos dicen que el núcleo celular está compuesto principalmente de vacío.

¿Será que es ese vacío lo que nosotros "rellenamos" de emociones negativas a veces?.

Conjeturas.

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