La literatura infantil al escenario

"El teatro es poesía que sale del libro para hacer humano"

(Federico García Lorca)

Las artes escénicas favorecen la imaginación y la creatividad, potencian el conocimiento de uno mismo y el desarrollo tanto de las destrezas, las capacidades y habilidades expresivas y creativas, como de las aptitudes de trabajo en grupo. El teatro, una de las más conocidas como género literario y rama del arte escénico, es una forma de mejorar la capacidad y comprensión lectoras.

Al buscar una obra para representar con niños se puede optar por hacer una selección entre la oferta actual de obras de teatro creadas específicamente para este público bien recreándola o adaptándola, o bien eligiendo otro tipo de obras como cuentos populares, textos poéticos, leyendas, etc. Ambos planteamientos tienen que atender a criterios de calidad y a la adecuación de la edad y las capacidades del lector/ actor.

Y, para que exista este binomio fantástico entre tipologías de lecturas y teatro, queremos compartir con todos unos micro-consejos a tener en cuenta tanto...

A la hora de elegir una obra de teatro:

- El contenido de la obra ha de ser claro para que el lector/espectador perciba los momentos claves de la historia y así encuentre sentido al desarrollo de la misma.

- Que los diálogos sean ingeniosos y ágiles, y con registros adecuados a cada personaje.

- Los personajes tienen que estar bien construidos y ser coherentes en sus acciones dentro del texto.

- Que el final sea claro y concluyente y no deje nada por resolver.

- Que los diálogos de los personajes, el contexto y el attrezzo, así como las instrucciones para el montaje estén bien definidas y sean aclaratorias para el público al que se dirigen.

Ejemplos de obras de teatro creadas para público infantil: El sueño de una marioneta. Fernando Rubio / il. Eugenia Nobati. La Guarida Ediciones, 2013; La Bruja Piruja. Carlos Blanco Sánchez / il. Daniel Montero Galán. Amigos de Papel, 2014.

Como si elegimos otro tipo de obras:

- Tener en cuenta aquellas obras como los poemas, las canciones? donde la sonoridad del texto adquiere un interés especial a la hora de su lectura y el juego que estas pueden dar tanto al lector como al espectador.

- Seleccionar historias conocidas como cuentos populares, fábulas, leyendas? lo cual permite una fácil memorización y obviar ciertos aspectos del relato sin perder el hilo argumental.

- Trabajar con lecturas donde las ilustraciones y la estética visual de las mismas sean fuente de inspiración para la puesta en escena como, por ejemplo, los libros ilustrados o álbumes.

- No olvidar la adaptación o recreación de propuestas audiovisuales como cortometrajes, o partes de un largometraje, videos musicales, etc.

Un ejemplo en poesía: Niños raros. Raúl Vacas / il. Tomas Hijo. SM, 2011; y en álbum ilustrado: El vecino lee un libro. Koen Van Biesen. Tramuntana, 2013.

Y ahora, a ponerlo en práctica. ¡Manos a la OBRA!