El frío marca la noche de Nochevieja

La comarca de Ciudad Rodrigo estrenó el nuevo año con una gélida noche de Nochevieja, con un frío similar al de las dos noches precedentes. Desde primera hora de la madrugada ya se podía ver una capa blanca sobre los vehículos aparcados en las calles, y poco a poco, el agua de las fuentes de la ciudad se fue helando.

Asimismo, se fueron formando chupiteles en la fuente del Árbol Gordo o en la de la Plazuela del Buen Alcalde. Esta imagen de Ciudad Rodrigo 'helado' sirvió de entretenimiento para todos los que pasearon por las calles de la ciudad a lo largo de la mañana. Aprovechando que -a pesar del frío- hacía una mañana soleada, se pudo ver a numerosas familias, especialmente en zonas como la Plaza Mayor. Esas familias también pudieron pasear por la Feria del Libro de Ocasión de la Plazuela del Buen Alcalde, que pese a ser el Día de Año Nuevo, estuvo abierta.

Lo que fue difícil de ver durante la mañana de Año Nuevo fue a jóvenes tras una larguísima noche de fiesta. En Ciudad Rodrigo, se volvieron a desarrollar varios cotillones (en el Hotel Conde Rodrigo II, en el Palacio de Montarco o en el Restaurante Yoanna), que congregaron a cientos de personas, la mayoría de las cuales vieron amanecer. Asimismo, también hubo unas cuantas personas que optaron por hacer ruta de bares que, a simple vista, parecían estar más llenos que en la Nochevieja del año anterior.

Los restos de una noche de fiesta tan larga eran perfectamente visibles en la mañana del jueves en las calles mirobrigenses en forma de vasos rotos, botellines 'perdidos', sombreros de fiesta, o serpentinas. Asimismo también se podían ver ríos de orín ?incluso helado- entorno a los contenedores de la Plazuela del Conde. En el aspecto positivo hay que reseñar que en las calles no se apreciaba ningún destrozo vandálico a diferencia de lo ocurrido en años anteriores en noches de gran movimiento como es Nochevieja.