Chinato's Bar celebra su 25 cumpleaños entre recuerdos y amigos

La celebración del 25 aniversario de Chinatos Bar se prestaba a que el propietario del local se diese el gustazo de leer por primera vez allí su descarnado poemario. Manolillo Chinato, como se le conoce por medio mundo, se atrinchero detrás de sus gafas y de un manuscrito con sus textos para repasar toda su trayectoria poética ante un público entregado, compungido a veces, sonriente otras, pero siempre complice de las enseñanzas de un libertario comprometido con las esencias vitales humanas, amor, libertad y rebeldía son palabras o qizá mensajes que se oyeron y también escucharón repetidas veces a lo largo de la noche.

No está claro si el festejo era una escusa para leer sus poemas o los poemas una escusa para reivindicar un espacio como el Chinatos Bar, que desde hace un cuarto de siglo ha servido para celebraciones culturales de diferente calado, casi siempre entorno a la música pero sobre todo entorno a la amistad. A la celebración han acudido gentes de todas las edades, desde jubilados a ñiños de pocos años, los más atraidos por la arrolladora persomnalidad del anfitrión el resto hipnotizados por su poemario.

Manolo sigue defendiendo a su duende, ese que dice que habita entre las paredes de su local y que de vez en cuando se le aparece para indicarle la forma de expresar sus sentimientos más profundos, esos que le han hecho ser reivindicado por varias generaciones de hombre y mujeres que gracias a él se han acercado a ese acotado mundo de la poesía. Poemas desnudos y descarnados pero siempre sinceros, que sin concesiones arrastran a lector a estados de ánimo tan intensos que, una vez experimentados te atrapan y te modelan emocional y vitalmente.

Más locales como éste y más individos como áquel serían necesarios, para que el ser humano sea eso, humano y que esos indios de los que tanto ha hablado, sean los que acampen en las praderas de la solidaridad en lugar de los acicalados personajilos del nudo en la garaganta.