SANTA MARTA DE TORMES | Un remanso verde, tan cerca y tan lejos de la ciudad, un lugar para perderse
Al fondo, el rumor del río, siempre presente. De hecho, el caminante que se adentra solo tiene que dar unos pasos más para tenerlo más cerca, para que ese rumor se convierta en una balsa de agua ante sus ojos. Aunque la mirada, casi sin quererlo, se levanta para posarse en las sempiternas Catedrales de Salamanca. Aquí las prisas del otro lado de la ciudad no tienen cabida, porque la isla del Soto es un lugar para relajarse y dar largos paseos entre naturaleza. Un remanso verde en Santa Marta de Tormes.
Foto: JL Pérez Pablos