Jueves, 09 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Ultras vestidos de Armani, por Jesús Cid
X
OPINIÓN

Ultras vestidos de Armani, por Jesús Cid

Actualizado 06/12/2014
Redacción Ciudad Rodrigo

Y lo que más me jode es que se parapetan en una falsa trinchera de inocuidad, de santidad y más falsa aún; de imparcialidad

[Img #166062]

No entraba en mis planes escribir acerca de este asunto, porque no es lo mío, no tiene nada que ver con esta gloriosa ciudad y no soy ningún experto en la materia aunque, todo hay que decirlo, mi primer artículo fue publicado en el Marca cuando tenía diecinueve añitos, se refería a los Ultrasur y como ustedes comprenderán lo tengo guardado como oro en paño.

Estoy viendo la tele y me hastía que estos periodistas advenedizos, interesados y vendidos sigan mareando la perdiz con la muerte en el Manzanares. Erre que erre sin tregua ni descanso dando la matraca con el mismo tema. Y lo que más me jode es que se parapetan en una falsa trinchera de inocuidad, de santidad y más falsa aún; de imparcialidad. Ellos son los que más hacen para que la gente vaya a los estadios de fútbol con las tripas revueltas. Remarcan sin disimulo y gracias a los medios tecnológicos a su alcance aquellas imágenes, sonidos o palabras que hieren, que provocan la furia. Este fascismo disfrazado de libertad de prensa, primer poder fáctico que quita y pone entrenadores, presidentes, jugadores y que no contento con eso ahora va a por la pata del caballo que les falta; los aficionados. Se atreven, incluso, a expiar cobardemente en vestuarios y restaurantes para escuchar las palabras que confiadamente en privado allí se dicen y como chotas que son, reproducirlas en sus medios. ¿Con el fin de erradicar la violencia? ¡Mentirosos¡ con el claro objetivo de seguir alimentando el odio.

Se olvidan estos sujetos, estos falsos periodistas, que no todos los ultras son iguales, que no todos van a armar gresca al estadio y que son inmensa minoría la que lleva una barra de hierro oculta en la ropa. Obvian a los delincuentes de guante blanco vestidos de Armani, que se sientan en las tribunas de preferencia y que tienen el vicio, en sus vidas privadas, de estafar y explotar a Cristo y a su Madre, después de saquear su nación, claro está. Esos son más molestos y más peligrosos que todos los ultras porque aquellos están situados en el mismo fondo y tú decides si quieres ver el partido junto a ellos o no. Pero si optas comprar una entrada cara y te toca un individuo de estos, en ese momento hubieras decidido haber comprado las entradas con los adeptos más radicales, porque tanto para lo bueno y lo malo lo original es lo mejor.

Y no me olvido tampoco del comportamiento cínico de los millonarios en pantalón corto que persiguen un balón. Estos con su comportamiento niñato, vanidoso y caradura tienen gran culpa de los comportamientos incívicos que se trasladan a las gradas. Digamos que son la mecha que hace estallar el petardo. Los periodistas son la cerilla.

Tan honrados y escrupulosos que se autoproclaman, cuando alguien llame a sus oficinas para contratar la señal y ver el partido desde la pantalla, pedirán que el futuro paganini esté libre de antecedentes y con un expediente inmaculado, pero me juego los dos jamones de bellota que tengo colgados en la despensa que eso no va a ocurrir, que así sea un asesino en serie le solicitarán el número de cuenta y a correr. Insert coin.

Quieren prohibir a indeseables y delincuentes la entrada en los campos de fútbol con lo que los estadios se quedaran vacíos, no venderán ni una entrada, ni en los fondos de los ultras ni en las tribunas de los socios elegantes. Todos a ver el fútbol por sus televisiones. Aunque bien pensado esa es la maquiavélica estrategia que se traen entre manos Los Manolos.

Jesús Cid

Comentarios...