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Carta abierta

Actualizado 04/12/2014
Enrique de Santiago

Estimado amigo: Como dirigente, provisional, provincial de Vox en Salamanca, quiero acercarme a ti, para ponerme a tu entera disposición, y a la fuerza política que represento, defendiendo aquello que siempre he defendido de una derecha moderna y democrática, desde la única opción existente en este momento: VOX.

Cuando acepté, por un tiempo, hacerme cargo de la fuerza política, lo hice con dos condicionantes fundamentales: uno, el no traicionar mi forma de ser, ni poner en riesgo lo que mi persona supone, -coherencia, honradez, firmeza y sinceridad- y, uno segundo, el poder acercarme a mis vecinos sin mentiras, sin ponzoñas ni engaños. Si alguna de esas dos premisas no se cumplen dejaré la formación y, sin ruido, sin miedo, volvería a dejar la política. Una condición, que me auto impuse, es que todo esto era limitado en el tiempo, para no poder mimetizarme con aquello que critico.

Desde mi posición, quiero acercarme a vosotros con una idea muy clara de no prometeros la salvación del mundo, ni el uso de varitas mágicas, ni que al día siguiente todos tendremos trabajo, ni conseguir la felicidad eterna, como hacen otros. Yo, y conmigo VOX, os garantizo que trabajaremos para crear las condiciones necesarias para que, con una forma nueva y diferente de hacer política, se pueda regenerar la economía, la sociedad, la política y la vida laboral, de forma que, con esfuerzo, trabajo, solidez y con el sudor de todos, obtengamos una Salamanca diferente, más confortable y feliz. Pero, todo eso, sólo se conseguirá si todos lo hacemos juntos. Nadie sobra. Ya está bien de lidercitos salva patrias que sólo quieren, con el engaño, obtener su rédito.

Creemos en la libertad individual, en el mercado, en las personas, en los Derechos Humanos, en la regeneración y democratización de la vida política, en el juego de los contrapesos y transparencia, en el valor de los controles, en un liberalismo económico y social, en que "papá Estado" es importante pero no debe ser omnipresente, que es más importante el arrojo, el trabajo, la honradez, poner como referente no al dinero sino el esfuerzo, la búsqueda de la excelencia personal y general y el valor de la vida, que busca la grandeza de una España unida y admite la descentralización administrativa, pero quiere superar el error y los nidos de corrupción que ha supuesto el Estado federal, o de las autonomías, en el que vivimos y que hace que no todos los españoles seamos iguales, tengamos los mismos derechos, la misma educación, la misma sanidad y la misma dignidad . Ya está bien de creer y transmitir que solo la izquierda defiende el progreso, pues ellos lo hacen de una forma y nosotros de otra, pero no se pueden apropiar de lo que es de todos.

Otros prometen acabar con la corrupción y la casta, para ponerse ellos; finalizar con los políticos actuales, para colocarse ellos; aún no han llegado al poder y ya tienen a unos con becas sin trabajar, a otras firmando contratos a sus hermanos?.etc. Nosotros, y yo concretamente, os prometemos que pondremos los medios, los controles, los sistemas de vigilancia para que la corrupción no pueda prosperar y que si se localiza a un corrupto deje la política, devuelva lo que se pueda haber apropiado y se expulse del sistema. Prometer otra cosa es engañaros, pues en todo grupo humano, y más cuando este es numeroso, por más que se quiera, siempre se puede encontrar una manzana pocha, personas que te engañen o en las que confiabas y traicionen esa confianza. Lo importante es dificultar que esto pueda producirse y que, cuando esto suceda, sea eliminada.

Estoy seguro de que todos prometen la vida eterna y la felicidad verdadera. Yo, nosotros, no os prometemos nada que vosotros no podáis conseguir. De lo que estamos seguros es de que queremos miraros a los ojos y trabajar juntos para, con el tiempo, irnos a casa manteniendo la mirada en vuestros ojos, la cabeza alta y las manos limpias.

Sólo quiero que sepáis que estamos ahí, que trabajaremos para que confiéis en nosotros y que, sea cual sea el resultado, presente o futuro, sólo buscamos una Salamanca de todos y para todos, más respirable, más grande, más sólida y mejor.

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