La ilusión de un mundo mejor

Solamente podremos hacerla realidad si emprendemos el único camino posible y éste avanza por la lucha contra las causas estructurales de la pobreza.

El Papa Francisco, hace un mes, en el discurso a los Movimientos Populares del Mundo les decía con toda claridad, "No se puede abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos. Qué triste ver cuando detrás de supuestas obras altruistas se reduce al otro a la pasividad?"

Como sucede en otras muchas, esta semana pasada, en diversos momentos y desde distintos lugares, se han sucedido acontecimientos que quisiera leerlos desde esta ilusión, pero, sobre todo, fundarla en la firme decisión de tener claro que la auténtica dignidad humana solamente se descubre cuando hacemos posible que todas las personas participemos de los derechos fundamentales, cuando esta dignidad humana la llevamos al centro de las preocupaciones del propio sistema y de todos nosotros y nosotras.

La llamada a la solidaridad contra la violencia machista, la modificación de la ley de extranjería contemplada en el proyecto de ley de Protección de Seguridad Ciudadana, la recogida solidaria de alimentos en Salamanca, la concentración reivindicando "techo, pan y trabajo"; han sido acontecimientos lo suficientemente significativos como para valorarlos, analizar e ir tomando la postura que nos haga soñar con un horizonte de mayor esperanza.

La Concentración contra la violencia machista nos llevó en la Plaza Mayor a que nos sintiéramos divididos y sorprendidos por la imposibilidad de tener una sola mirada y postura ante la vergüenza y la indignación que supone tanta muerte y dolor incomprensible; y todo ello por las diferencias políticas en el análisis y denuncia de las causas de las situaciones que se repiten. La Asociación de mujeres "Trece Rosas", planteaba así sus reivindicaciones acentuando la lucha contra las causas y las estructuras que las sostienen:

Prioridad en las agendas políticas, reparto equilibrado de responsabilidades y tareas en el ámbito familiar y personal, igualdad en el mundo laboral, educar en igualdad desde la escuela, acabar con la explotación sexual.

En cuanto a la modificación de la ley de extranjería 129 Entidades del Estado español hemos solicitado ante El Consejo General del Poder Judicial que se paralice este Proyecto de Ley ya que "se lesionan derechos fundamentales y es incompatible con la Constitución y el derecho Internacional de los derechos humanos. También esta iniciativa afronta las causas y denuncia a quienes las provocan.

La Concentración reivindicando "pan, techo y trabajo" que se extendió por diversos lugares del Estado y que en Salamanca nos reunió apenas a un centenar de personas, ha sido un hecho no solo significativo, sino imprescindible para hacer frente igualmente con medidas como las Rentas Básicas o la oposición al Tratado que con tanto sigilo y que conocido como TTIP se pretende firmar entre los grandes poderes económicos y políticos de EE.UU. y Europa. Dar visibilidad a los problemas que tocan lo más hondo de la persona es imprescindible y además es el camino para denunciar, igualmente, a quienes determinan esta precariedad. .

El derroche solidario de recogida de 180.000 kgrs. de alimentos, más de 700 voluntarios en la calle, 90 tiendas colaborando y 14.000 familias beneficiadas, como resumen los medios de comunicación en la campaña de este pasado fin de semana en salamanca, es muy importante, no lo podemos despreciar, tampoco minusvalorar; es necesario que toda la sociedad no abandonemos la llamada de atención de los más empobrecidos en necesidades tan imprescindibles; pero, para cuidar que la persona del pobre no sea domesticada y convertida en objeto de otros intereses y ambiciones como en estos casos puede pasar, y pasa; es imprescindible ponernos juntos y juntas en movimiento frente a quienes intentan con estas acciones y campañas desviar la centralidad de la vida de las personas, para poner en su lugar otros negocios como el de la alimentación, o el de barrios marginales utilizados para otros intereses con la vivienda o el narcotráfico, por ejemplo; o utilizar a algunas personas y colectivos para ser desechos encarcelados o hundidos en la soledad y la marginalidad.

Con estas campañas avanzamos poco, no tomamos conciencia activa; y, por el contrario, necesitamos de acciones con otra conciencia, dando visibilidad, que nos ayuden a ir a la raíz, a la causa, a la denuncia pública paciente, apasionada y testimonial.