Let her go, por Rubén Juy

Para el que no la conozca, se la recomiendo encarecidamente. "Let her go" del grupo musical "Passenger" nos cuenta la vida misma en unos minutos de ritmos y melodías armoniosas, mientras el sonido de la guitarra nos hace soñar despiertos.

Para las personas que no dominen el inglés, se podría resumir esta canción en la siguiente frase "solo te das cuenta de que la quieres cuando la dejas marchar" ¿Que gran secreto no? ¿Qué caprichosas somos en alguna ocasión las personas verdad?

A medida que va pasando el tiempo defiendo con más seguridad aquello de que las personas somos motivación. Es cierto amigos, las personas somos motivación, pura y dura. Nos movemos atendiendo a nuestros instintos, aquello que desde nuestro interior nos indica que es lo correcto, lo apropiado para conseguir la tan ansiada supervivencia. Y es que, aunque parezca que no, no hay tantas cosas que nos separen de aquellos hombres que vivían en cuevas y que pintaban en las paredes, de hecho lo primero lo seguimos haciendo y lo segundo al paso que vamos...

Lo que intento explicar es que, cuando dejamos escapar algo que para nosotros es importante, algo en nuestro interior se descoloca, se trastabilla para terminar cayendo de bruces contra la realidad. Ya sea una oportunidad, un amor, un trabajo, una amistad, todo, absolutamente todo lo que se nos escape de nuestro abanico de deseos, pasará a formar parte de aquel que compone los imposibles, los que fueron y dejaron de serlo o los que por razones varias nunca llegarán a realizarse.

La motivación como medio y como fin último y cíclico. Obtenemos la motivación para realizar algo motivándonos durante la realización de una tarea previa. La pescadilla que se muerde incesante la cola mientras algo en su interior la motiva para seguir dando vueltas y vueltas en espiral intentando alcanzar aquello que gira a una velocidad similar.

Motivación, simple y llanamente eso, motivación. Eso es lo que me ha llevado a escribir este artículo, la motivación que siento al escuchar esta canción mientras algo en mi interior me dice eso, que no la deje escapar nunca, ¿a quién? Supongo que será aquello que llamamos felicidad o vida o vida feliz... Seguiré investigando.

Motívense y sean felices.

Rubén Juy Martín [@ruben_juy_9]

Estudiante