Para los más avezados economistas, esta afirmación ya les sonará, pero para los más comunes mortales, cuando menos, ya les ha hecho incorporarse en su lugar de lectura de este artículo. No viene este emprendedor sencillo del día a día a llamar a arrebato a los más liberales, los más de "derechas" e incluso a los más convencidos demócratas occidentales buscando algún tipo de reacción, si fuera así, tranquilícense, ya es tarde.
A estas alturas, los que no han sufrido estupor son los idealistas del modelo Marxista-Leninista que pusieron en marcha en la Rusia del 1917. Saben que hoy, este modelo es una realidad. El Estado promueve, controla, distribuye y lo que es más sobrio en términos emprendedores, monopoliza la actividad privada. Sin entrar en más detalles históricos, que es de ley reconocer y alabar la labor de los que alimentan nuestro interés histórico por la visión más moderna de nuestra humanidad (muy importante leer historia para comprender el presente), vamos a intentar comprender este presente y, si fuera posible, asomarnos al futuro.
Tras la Segunda Guerra mundial y su continuación con el Telón de Acero, uno de los dos modelos debía imponerse al otro, como sucede en cualquier contienda entre dos partes. Así, el capitalismo, occidente, se imponía a oriente, al Comunismo. El Comunismo aceptó su derrota, se exhibió por parte del Capitalismo, pero salvo contadas cuestiones, poco ha sido criticado. Todo lo contrario, el modelo capitalista fue adoptando, cada vez más en nuestros días, prácticas de todos los modelos comunistas. Nada se deja hacer sin autorización del poder. Lejos quedan los principios occidentales de libertad de empresa, propiedad privada, afán de lucro, competencia, libre oferta y demanda y lo que es más importante, mínima injerencia de los poderes públicos. ¿Hay alguien que esté en poder de afirmar que estos principios se cumplen hoy día? Quien lo haga está, sin dudarlo, en el banco de los poderes públicos. A pie de calle, se oye: "No he podido asentar mi empresa en Salamanca porque, tras el pago de las tasas pertinentes y tras 2 meses de estudio de mi solicitud, me rechazaron el proyecto, que sí pudo establecerse en un municipio cercano en tan solo 20 días"; "No puedo montar un negocio en este local porque tiene otro tipo de licencia"; "Estoy esperando la legislación final para ver si puedo o no sacar adelante mi propuesta de negocio"; "Debo ofrecer servicios propios de servicios públicos porque si no lo hago de forma privada no me autorizan" y muchas otras afirmaciones que uno escucha en foros y debates de emprendedores, tan sólo a nivel local. Esto se debe a la clara razón de que la Administración y los poderes públicos que ocupan su dirección están operando al modo comunista: autorizo o no según me reporte. No emana el principio laissez faire laissez passer que debería regir actualmente nuestra salida de la crisis. No prohibiciones, no restricciones, no limitaciones, no obstáculos, no retrasos, no al no y sí al control del interés general en todo caso: sanidad y salud pública, de forma primordial.
Hoy día el entorno de los emprendedores en su acción lo protagonizan: la legislación, la carga impositiva sobre la luz, los combustibles (los actuales medios de producción) los empleados y tantos etcéteras que se llega a final de mes pensando ¿para qué he trabajado entonces? Los poderes públicos dominan a modo de cártel la electricidad, los combustibles y los medios de producción de modo que se ata la libertad de acción. Ya están listos, pues, los partidos comunistas para volver a protagonizar la vida política de los países occidentales, principalmente los europeos. ¿Extravagancia? Tan sólo 5 días antes de la conmemoración del 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín los colores políticos en Alemania (ejemplo europeo de avance) tornan del azul al rojo y aquí, al sur de Europa, se van mostrando las cartas.
Nada es casual, después de que los supuestos liberales que accedieron a los Gobiernos de la Europa tras Guerras, copiaron el modus operandi de los comunistas controlando medios de producción, de comunicación de educación-adoctrinamiento, de capitalización-financiación de tal modo que hoy día, el cambio es natural. No llegan los comunistas al poder, solo se produce el relevo natural y los creadores, vuelven a su puesto. Los supuestos liberales gobernantes de los últimos 30 años, llevan haciéndole mucho tiempo el caldo gordo, o más elegante, les han tendido la alfombra roja a los dueños de la idea para que vuelvan a ocupar sus sillas.
Entramados administrativos-políticos-empresariales que han venido manteniendo partidos políticos y el establishment han provocado la actual ira de la sociedad civil que, por inteligencia colectiva, reconocen a los dueños de la idea y simplemente lo que harán de forma natural será devolver al César lo que es del César. Así, pues, la respuesta que no encuentran los desorientados poderes públicos actuales es bien sencilla, no obstinarse en mantener el modelo comunista con tintes de modernidad y liberalizar la acción ciudadana. Es decir, poner encima de la mesa un verdadero laissez faire laissez passer, especialmente, a los jóvenes emprendedores.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.