Y a ti, ¿quién te paga los viajes?

Cada vez que observamos la prensa y oteamos el ambiente político nos dan arcadas, pero lo hacemos como si nos encontrásemos en la lejanía y fuesen cosas, en una visión muy paleta y pueblerina, de la metrópoli, correspondientes a otras esferas.

Si descendemos, ligeramente, a nuestra Comunidad Autónoma y observamos las coincidencias que se concitan entre el constructor de Gamonal, el de las disputas burgalesas, con la amistad íntima del Presidente y las concesiones de licencias de todo tipo,? aún está todo muy lejano, no nos pilla de cerca, seguimos en el terruño y aquello en la lontananza. Más arcadas.

Cuando llegamos a nuestra ciudad, no parece que veamos nada, alguna cosilla, algún desliz, algún esconder las cosas para que no parezca que?, una mierdecilla, algún contratillo para los amigotes y un cállate que lo hago también con los tuyos, asumidos por todos como algo que no se puede evitar; pero, no nos damos cuenta de que a tu lado hay diputados y senadores que pasean por tus calles, a los que saludas, a los que aprecias, que no pagan sus viajes, que reciben tabletas y teléfonos gratis, que portan tarjetas visas con cargo a la institución, que han recibido sobres del partido con los que se suplementaban sus sueldos ?no pequeños, por cierto- que se han situado, engañado, y defienden las más crueles injusticias legislativas sin despeinarse, y que ves llorar por las esquinas cuando les haces un feo, que se quejan de un mohín, que no te saludan cuando les pones en evidencia, que no contestan tus misivas cuando les pones en una pequeña evidencia. Pero, no se les cae la cara de vergüenza y siguen y siguen pidiendo seriedad, rigor y? pero, ¡si nos estáis tomando el pelo sin la más mínima vergüenza!

¡Qué le vamos a hacer!, te dirán algunos, si esto es así y no se puede cambiar.

Pues no, no entiendo cuál es el sostén por el que un afiliado de base se paga el viaje a la Convención del partido y los diputados, que ya cobran por su actividad, reciben el viaje gratis. No, no comprendo cuál es la base por la que si yo no soy de ese partido le tengo que pagar, con mis impuestos, el viajecito al diputado o diputada de turno para que se promocione dentro de sus filas.

Aún estos se han pensado que Mafalda siguen siendo niña y no se dan cuenta de que ya tiene cincuenta tacos y ya no es lo mismo, ya no hacen gracia aquellas ocurrencias con las que, como niñita, te reías, pues ahora resulta patético verla como una madurita rechoncha, ñoña y con cierto olor a naftalina, con las mismas cantinelas que ya? no, no cuelan.

Luego dicen que no son casta, pero cuando el asunto de los viajecitos ha surgido y nos hemos indignado, rápidamente han pactado una solución para tontos por la que siguen en el machito y te hablan de transparencia.

Llegan los Podemos, que tanto les gusta y se les llena la boca, con lo de la casta y, sin haber tocado aún poder, ya están trincando de las becas, de los contratos de la trama púnica, de Venezuela, de esto y de aquello; pero? cuando nos daremos cuenta de que o se cambian las formas, los modos y las personas y crean controles externos que permitan la auténtica y cierta rendición de cuentas o esto no es democracia, ni es respirable.

No nos da vergüenza hablar de superar la transición del 77 cuando la hemos prostituido, nos la hemos cargado y nos hemos cagado en ella, cuando lo que debíamos de hacer es reconstruirla y cumplir lo prometido: democracia, libertad y limpieza. Antes de hablar del Título VIII, de las autonomías, de federalismos, de estados unitarios, regeneremos, aseemos, desemponzoñemos y democraticemos este país, pues si no se nos va por el retrete.