GUIJUELO | La concejala de Mujer, Rosario Alba, aboga por mejorar los programas e implicar a toda la sociedad en la resolución de este problema. (GALERÍA DE FOTOS)
Guijuelo se ha unido a la conmemoración del Día Internacional Contra la Violencia de Género con varias actividades organizadas a través de la Concejalía de Mujer y Bienestar Social.
La primera de ellas, tuvo lugar esta mañana en la Plaza Mayor del municipio. Allí se congregaron a las 12 del mediodía hombres y mujeres de distintas edades, asociaciones, funcionarios y ediles con un único objetivo en común: "apoyar a las víctimas, condenar las violencia de género y remover conciencias", como expresó la concejal de Mujer, Rosario Alba, durante la lectura del manifiesto reivindicativo.
Antes de comenzar la concentración, el Consistorio repartió lazos morados entre todos los presentes; y como novedad, se compuso un cartel en el que pudo leerse 'Di NO a la Violencia de Género', que ha sido el lema de la campaña municipal de este año contra este problema que afecta a todos los sectores y a todos los ámbitos.
Las actividades conmemorativas continúan esta tarde con la proyección del documental Nagore, seguido de un café coloquio durante el cual, los participantes podrán analizar y debatir sobre lo visto y oído, así como expresar sus opiniones sobre la violencia de género. Este acto se está realizando en estos momentos en el Centro Cultural de Guijuelo.
MANIFIESTO ROSARIO ALBA, CONCEJAL DE MUJER "Debemos condenar la violencia de género, apoyar a las víctimas y remover conciencias" En el año 1999, Naciones Unidas institucionalizó el 25 de noviembre como 'Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres'. Todos los años volvemos a reunirnos para condenar la violencia de género, apoyar a las víctimas y remover conciencias. Sin embargo, después de 15 años, las cifras continúan siendo desoladoras. Solo por poner dos ejemplos: - Desde el año 2003 hasta el 31 de octubre del presente año han sido asesinadas en España 754 mujeres. - El año pasado, 54 mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas y ex parejas. Podríamos seguir dando datos que evidencien esta triste realidad: violencia ejercida de distintos modos y en diferentes grados, ejercida contra mujeres de todas las edades, de todas las razas y de cualquier clase social. No podemos esconder la terrible indignidad de este drama bajo la frialdad de los números. Detrás de las estadísticas encontramos la tragedia de hijas e hijos, hermanos y hermanas, madres y padres, amigos y amigas. Un drama que no es privado, que es público y que está en la raíz de nuestra sociedad; un drama que nos lastra y condena tanto a los verdugos como a los que permanecemos impasibles. Esta mañana venimos aquí para denunciar y condenar cualquier tipo de violencia que se ejerce contra la mujer: el maltrato físico, que deja marca y duele, que humilla y somete; el abuso verbal y maltrato psicológico, que destruye, anula y aniquila la personalidad; y el maltrato sexual, que denigra hasta extremos insospechados. Por todo ello, hoy 25 de noviembre, queremos proclamar: - Que la sociedad no puede ni debe tolerar ni una muerte ni una agresión más. - Que la sociedad no puede justificar ni proteger a los hombres que agreden, insultan, humillan, acosan, violan y asesinan. - Que ninguna mujer merece ser maltratada, sometida o doblegada con el único fin de perpetuar el machismo. Asimismo, reclamamos soluciones eficaces, dado que las medidas implantadas hasta la fecha, han demostrado su incapacidad para acabar con este estigma social: - las instituciones responsables deben poner todos los recursos a su alcance para luchar contra la violencia de género, remando todas en la misma dirección. - las mujeres deben recibir una respuesta inmediata y efectiva cuando piden ayuda, garantizando su seguridad y favoreciendo su bienestar así como el de sus hijos e hijas, con programas de atención integral que les ayuden a recuperar una vida digna y libre. - las instituciones deben mantener la vigilancia y la atención a las mujeres para que, una vez abandonados los recursos de acogida, ellas y sus hijos se sientan protegidos y acompañados. También queremos solicitar muy especialmente, que se utilicen todos los recursos disponibles para atender a los menores que son víctimas de violencia de género, poniendo en marcha programas educativos específicos y una atención psicológica especializada. Debemos ser conscientes que muchos niños y niñas conviven con la violencia a diario, en sus hogares. Son las víctimas más silenciosas, las más desprotegidas a causa de su propia indefensión. Por último, aprovechamos esta ocasión para agradecer públicamente el trabajo de las instituciones implicadas en la prevención de la violencia de género y en la atención a las víctimas: los cuerpos y fuerzas de seguridad, la Policía Local, la Policía Nacional, Guardia Civil; las entidades judiciales, los profesionales del Colegio de Abogados, la fiscalía, los jueces; los profesionales sanitarios; los recursos sociales, la Oficina de Atención a las Víctimas, los Centros de la Mujer, los Centros Sociales; los centros educativos y las asociaciones de mujeres. Sin embargo, debemos ser conscientes que el esfuerzo que todos realizamos no es suficiente para impedir la muerte y el maltrato. Es un deber moral que implica a toda la sociedad, a todas y cada una de las personas que la integramos. Las víctimas no están solas y sus agresores no quedarán impunes. Digamos NO a la violencia de género. |