En un momento delicado de nuestra sociedad, cuando algunos miembros de la clase dirigente ?políticos y no políticos- siguen optando por el enriquecimiento ilícito sin importarles las estrecheces que padecen no pocos conciudadanos, cuando el secesionismo catalán sigue empecinado en la desobediencia civil y cuando el consumismo descarado pretende ?al parecer con éxito- cambiar nuestras tradiciones importando una mezcla de carnaval, terror descafeinado y baile de disfraces, será bueno seguir manteniendo nuestro pensamiento y nuestro
recuerdo con los seres queridos que ya no están con nosotros. Amén de festejos particulares, hay dos ocasiones a lo largo del año que atraen a los componentes de las familias a volver a sus raíces: las Navidades ? a ser posible en el hogar paterno- y la visita en estas fechas al panteón familiar.Hay quien pretende terminar con estas arraigadas costumbres alegando razones de modernidad y abandono de conductas un tanto trasnochadas y pacatas. En el fondo, subyace una forma disimulada de atacar el poso cristiano de los dos acontecimientos. Puede haber miembros de una familia que se declaren no practicantes ?e incluso agnósticos- pero siguen viviendo el espíritu de familia unida que mamaron de pequeños. Pues bien, parece ser que eso también molesta, vamos, que no mola. Lo que se lleva hoy es salir del hogar hasta la madrugada siguiente y, si se puede, beber hasta perder el conocimiento.
Cada uno es muy libre de vivir el día a día según crea oportuno. Por esa misma razón, a nadie debe molestar que un gran número de personas hagan importantes desplazamientos para acudir al lugar donde reposan los restos de sus antepasados, orar por ellos, agradecerles todo lo recibido y seguir estrechando lazos con los que aún viven.
En estos tiempos de egoísmos, todo lo que hagamos por unir a las familias y a los pueblos siempre redundará en beneficio de todos.
Fotografía: Victorino García Calderón
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.