Las manos que están detrás de las esculturas de los premios

Su trabajo creativo está ahí, aunque no sean los protagonistas del momento. Está en la idea de la pieza o escultura que, en múltiples premios o actos, se entrega a los galardonados. Noelia Sánchez, escultora de oficio y vocación, es la mano que está detrás de las pequeñas esculturas que se entregarán en los próximos días en los premios de la Fundación Tomás Meabe, con los que se reconoce la labor de personas o colectivos a favor de la juventud, y de los Premios Violeta de lucha contra la violencia de género de las Juventudes Socialistas, acto que este año se celebrará en Palma de Mallorca. Hasta allí viajarán las tres piezas a mediados de este mes.

Unos días antes se entregarán en Toledo las piezas en las que la encontramos trabajando en su taller, un rincón a medida en Almenara de Tormes. Piezas elaboradas con piedra de Villamayor y un material tan versátil y maleable como la alpaca. No es la primera vez que recibe este encargo. "Hasta hace un par de años los premios eran en bronce, pero es un material muy caro de fundir", explica. Esto hizo que la Fundación Tomás Meabe buscará nuevas alternativas y nuevas ideas. "Hemos cambiado los materiales y el diseño, jugando con el concepto del árbol". El resultado, una pieza que simboliza un árbol y que rehúye de la rigidez, "algo duradero, pero que se mueve y se deja mecer con el viento". Las esculturas "no tienen que ser algo rígido, pueden cobrar vida".

La misma sensación de movimiento encontramos en las piezas para los Premios Violeta, unas piezas trabajadas en materiales similares que en este caso simbolizan el ciclo de la vida de la mujer.