Viernes, 26 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Esto va a toda leche
X

Esto va a toda leche

Actualizado 02/11/2014
Enrique Arias Vega

Los casos de corrupción política ?reales o inventados, uno nunca sabe? van a toda leche. Lo que antes parecían esporádicas excepciones, se están convirtiendo en comportamientos habituales que no dejan títere con cabeza.

No es de extrañar, entonces, la masiva y creciente desafección al sistema político que ha producido tanto desmadre, tanto enriquecimiento ilícito y tanto dolor generalizado. Esa desafección se demuestra desde el auge de movimientos antipartidos, como Podemos, hasta en el vertiginoso crecimiento exponencial del independentismo en Cataluña, como si la corrupción de Millet, Pujol y compañía sólo se debiese a la organización política española y no a la práctica viciosa de pícaros nativos.

Lo cierto es que, desde el caso Urgangarin hacia acá, las denuncias por corrupción se han multiplicado, en una especie de apertura de veda. Como todo el mundo está pringado por un sistema que propicia el amaño, la corruptela, el soborno y otras trapacerías cotidianas entre la Administración y sus aledaños, todo el mundo tiene mucho que ocultar ?hasta ahora? y muchísimo que contar ?a partir de ahora.

¿Quién controla todo este aluvión de denuncias, muchas de ellas interesadas?

Ahí está lo malo. Me temo que esta nueva moda anticorrupción pueda generar más injusticia que la misma corrupción. Las denuncias no se hacen en busca de limpieza y transparencia, sino de venganza. Muchos denunciantes, más corruptos que los denunciados, tienen las espaldas cubiertas por un sistema en que los altos magistrados están nombrados por los políticos ?"Montesquieu ha muerto", dijo en su día Alfonso Guerra, presumiendo de la supremacía del Gobierno?, en el que funcionan indultos y prescripciones, en el que no se acumulan las condenas, en el que se aplica arbitrariamente el tercer grado penitenciario? Y, en definitiva, en el que los parlamentarios no controlan a la Administración, sino que hacen carrera en ella al socaire de los dictados del todopoderoso partido al que pertenezcan.

Como dijo hace bien poco, el lúcido analista Carlos Sánchez, el problema de este país no es propiamente la corrupción, sino la falta de controles democráticos que propician su crecimiento desenfrenado.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...