Manos artesanas para convertir el metal en una pieza única

Arturo Álvarez Rodríguez comenzó su carrera profesional como metalista hace casi 60 años. Empezó siendo muy joven, acercándose con sus bicicleta a los pueblos de la provincia para recoger camas de hierro y de metal para reformarlas. Trabajaba con su padre, Arturo Álvarez García, en un taller de su propiedad y ubicado en la calle Crespo Rascón. Traspasaron el local, pero él continuó su trabajo en otro, hasta que volvió a adquirir el negocio que fuera de su padre.

En el año 1975 el taller cambió de ubicación, trasladándose a la calle Joaquín Costa, donde permanecería hasta su jubilación, en 2005. Durante todos estos años ha trabajado duro para clientes tanto de Salamanca como del resto de España. Anticuarios de Ávila, Zamora o Badajoz, así como particulares de Madrid o Sevilla, confiaban en las manos artesanas que reformaban camas antiguas y también realizaban nuevas camas con diseños originales de Arturo. Toda una vida dedicada al metal, cuyos resultado ha sido la creación de auténticas obras de arte.

En las imágenes adjuntas, Arturo, junto a la máquina, de finales del XIX y principios del XX, y que ha donado a Monterrubio. No tenía motor eléctrico, así que para que funcionara se necesitaban dos trabajadores.