La belleza del recorrido contrarresta las adversas condiciones meteorológicas en la I Ruta MTB La...

Este domingo tuvo lugar la I Ruta Mountain Bike de La Alberca, prueba incluida en el VIII Circuito de Rutas Diputación de Salamanca y sobre la que pesarían las malas predicciones meteorológicas para la práctica del ciclismo de montaña. Esta circunstancia tuvo como consecuencia que desistieran la mayoría de los 75 preinscritos, si bien en torno a 20 aficionados se presentaron en la Plaza Mayor albercana dispuestos a la aventura. Llovía a cántaros, lo que motivó el debate sobre la conveniencia o no de salir, aunque casi todos coincidieron en aprovechar su presencia para intentar la proeza.

A pocos metros de salir de La Alberca arreció la lluvia y los caminos, a causa de las incesantes precipitaciones durante la noche, se mostraban totalmente encharcados, lo cual motivo que a los escasos minutos los ciclistas estuvieran totalmente empapados, condiciones nada idóneas para este deporte y a la que unía el descenso de las temperaturas y un fuerte viento en las zonas más altas.

Coronado el Paso de los Lobos tras Los Puertitos, la niebla rodeó a los ciclistas y debido al fuerte viento ni siquiera optaron por una parada para tomar aire, así que tomaron la carretera de subida a la Peña de Francia. Al regreso decidieron acortar la ruta a través del GR-10, lo que obligaba al paso por el Pontón de Lera, un tramo complicado por un sendero estrecho y con muchas piedras, que mojadas obligarían a extremar las precauciones; aunque metidos en el pinar fueron las raíces las que se mostraron especialmente resbaladizas. Algunos pinchazos obligaron a parar la marcha, momentos en los que se apreció aún más el frío de la mañana. La lluvia cesaba por momentos, pero a su regreso aparecía con más fuerza.

El arroyo Lera era fiel reflejo de las precipitaciones de estos días. Crecido por las lluvias, la pasarela de piedras facilitaba el paso de solo una parte del cauce, el resto debían vadearlo por el cauce. Aquí se vivieron algunos de los momentos más atractivos de la jornada. Todos los participantes, ya totalmente calados por el agua, no tuvieron demasiados inconvenientes en mojarse hasta las rodillas para atravesar el cauce del arroyo, lo que propició alguna caída en medio del paso.

Ya de vuelta en La Alberca, el Ayuntamiento ofreció unos estupendos bocadillos a los participantes, que entre comentarios y bromas sobre lo complicado de esta jornada ciclista, no faltaron los que aseguraban que había sido una ruta extraordinaria.

Por Manuel Pedraz