También se han fijado los caudales máximos que pueden desembalsar ambos pantanos
En el listado de embalses, aparece como es habitual el pantano del Águeda, con 22 hectómetros cúbicos de capacidad, y como novedad, la presa de Irueña, que puede albergar 110 hectómetros cúbicos. Se trata de la primera ocasión en que se fijan unos parámetros para la presa de Irueña ya que hasta el pasado mes de marzo no estuvo plenamente operativa, tras completar las pruebas de llenado.
Según los parámetros fijados por la Comisión de Desembalse, a finales del mes de diciembre la presa de Irueña únicamente podrá tener, como mucho, 60 hectómetros cúbicos de agua almacenada, ya que se ha fijado un resguardo (el espacio de los embalses que debe quedar sin llenar para evitar avenidas) de 50 hectómetros cúbicos. Mientras, cuando concluya la época de lluvias, a finales de abril, la presa podrá tener hasta 100 hectómetros cúbicos de agua.
En lo que respecta al pantano del Águeda, se ha fijado un nivel de resguardo, tanto para el mes de diciembre como para el mes de abril, de 6 hectómetros cúbicos. Hay que apuntar que este pantano tiene actualmente 15 hectómetros cúbicos -por lo tanto, tiene libres 7 hectómetros-, por encima de la cifra del año pasado por estas fechas (13,9 hectómetros) y muy superior a la media de los 10 últimos años (9,4 hectómetros).
El pantano del Águeda podrá llegar a desembalsar durante este Año Hidrológico, si es necesario, hasta 500 metros cúbicos por segundo, siendo junto al Pantano de Santa Teresa los únicos de toda Castilla y León autorizados a desembalsar una cantidad tan alta de agua. En tercera posición está la presa de Irueña, que podrá llegar a desembalsar 200 metros cúbicos por segundo.