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ASPRODES versus COMPROMISO SOCIAL
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ASPRODES versus COMPROMISO SOCIAL

Actualizado 04/10/2014
José Antonio Mirón

Hace unos días, la Diputación de Salamanca otorgó la medalla de la provincia a la Asociación ASPRODES, entidad privada sin ánimo de lucro que viene ocupándose de la atención de las personas adultas con discapacidad intelectual en Salamanca y provincia al objeto de mejorar su bienestar y la calidad de vida de los atendidos y sus familias. Por tanto, es una medalla merecida y que nadie sensato pone en duda, dada su labor social desde hace cincuenta años cuando un conjunto de padres decidieron luchar por cubrir las necesidades que tenían sus hijos porque éstas no estaban resueltas por parte del sistema público social.

En este largo camino recorrido, desde hace cinco décadas, hay que mencionar el impulso que imprimió a dicha asociación la presidencia de Pedro Serrano con el compromiso de algunos líderes sociopolíticos y empresarios que fueron sensibles a tal necesidad y aportaron financiación a sus iniciativas. También, hay que destacar al conjunto de trabajadores, por el gran dinamismo y motivación, que ha conllevado buenos niveles de efectividad y eficiencia a pesar de los escasos recursos con los que contaban. El desarrollo de ASPRODES ha sido tal, que hoy, es un ejemplo y una entidad que da trabajo a uno 200 trabajadores, entre profesionales y cuidadores. Mis felicitaciones a todos ellos.

Esta asociación, como muchas otras, fueron creadas para resolver una necesidad de atención y de integración laboral y social de las personas con discapacidad intelectual, con aceptables resultados de inserción laboral, a través de los Centros Especiales de Empleo y Centros Ocupacionales, dado que la Administración estableció legislación, como la reserva de plazas, y que casi nadie cumple. Actualmente, llama la atención que muchas empresas estén más interesadas en la llamada Responsabilidad Social Corporativa porque supone tener una imagen más innovadora; pero en mi opinión de menor entidad frente a la solidaridad y el compromiso social con los más vulnerables.

Con el tiempo y con la legislación desarrollada y vigente en un país avanzado como el nuestro esta atención es un Derecho y, por tanto, en una obligación que las Instituciones y Administraciones Públicas deben hacer efectivo a través de la financiación directa, con sus propias plazas, o de manera indirecta a través de las asociaciones que atienden a personas con discapacidad. La ley de dependencia supuso una buena idea y podría haber sido un punto de inflexión en este terreno; pero fue mal ubicada y peor desarrollada. Su realidad actual es que se está quedando en buenas intenciones y hoy es casi testimonial. Si a esto se le añade el copago farmacéutico, se pueden imaginar la situación de gran parte de las personas con discapacidad y/o dependencia. Algunos de los atendidos por la Fundaciones Tutelares de personas con discapacidad disponen entre 10-30 ? por mes para su ocio. Además, existe un agravante que determina su situación, la mayor parte de estas personas dadas sus capacidades intelectuales no pueden defenderse a sí mismos, ni por tanto, sus Derechos. Son las Instituciones y las Administraciones las que tienen el deber de defender sus Derechos y de hacer efectivos los mismos. Es su obligación, y debe ser una de sus prioridades sociales.

Por último, aquellos que vemos el vaso medio vacío en relación con la atención a las personas con discapacidad y que apostamos por mejorar la situación y su calidad efectiva y real apostamos porque organismos como el Real Patronato sobre Discapacidad, antes que dedicarse a organizar reuniones, realizar publicaciones y declaraciones bien-sonantes se debe dedicar a valorar la situación y los resultados, en términos de efectividad, de las políticas educativas y sociales llevadas a cabo desde 1982, año de promulgación de la LISMI. Por otra parte y para ganar el futuro, sería una buena idea que se plantease la creación de un Centro de Referencia Nacional sobre Discapacidad para avanzar a través de la investigación y el desarrollo de iniciativas innovadoras dado que este tiene entre sus funciones promover y perfeccionar las acciones públicas y privadas en prevención de discapacidades, atención y tutela y en rehabilitación e inserción laboral y social.

Para seguir avanzando se necesitan mayores cuotas de compromiso social y sensibilidad institucional para financiar estas necesidades y ,no otras, que no deberían estar entre las prioridades. Menos incluir a personas con discapacidad en las listas electorales y más buscar lo esencial, mejorar sus niveles de equidad e igualdad mediante su integración educativa, laboral y social para mejorar su Salud Social.

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