A una distancia sobre el mapa de 1.059 kilómetros, pero unidos desde hace 15 años como municipios hermanados
Ledesma y Soullans, separados sobre el mapa por 1.059 kilómetros de distancia, pero unidos desde hace 15 años como municipios hermanados. Un hermanamiento con una curiosa historia detrás y un personaje protagonista, el pintor y viajero Charles Milcendeau, conocido como el pintor de Ledesma, el artífice del vínculo que surgiría, años después, entre la villa ledesmina y Soullans, en la región francesa del Loira.
Cuentan que en su primera visita, en el año 1901, quedó absolutamente prendado de la villa, de sus paisajes, de sus gentes... de los retratos y escenas que aparecieron ante los ojos de este pintor costumbrista. Ledesma quedó reflejada en sus dibujos, como el que hiciera a lápiz negro y marrón sobre cartón de dos mujeres ledesminas. Lo hizo en 1907 y se lo regaló al ex rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, con el que entabló amistad. Precisamente este dibujo es una de las pertenencias que se conserv
De aquella relación entrañable habría de surgir un buen argumento para hermanar y aunar vínculos entre dos municipios tan distantes en el mapa. Un hermanamiento que se hizo oficial en un acto que tuvo lugar el 4 de junio de 1999, con la presencia de una delegación de Soullans en la villa. En Ledesma podemos pasear por la plaza de Soullans; a 1.059 kilómetros podemos hacerlo por la plaza de Ledesma.
A lo largo de los últimos años se han producido encuentros entre ambos municipios, como el que tuvo lugar para la celebración del X aniversario, con actos en La Fortaleza coincidiendo con la Feria de Artesanía y Agroalimentación. En esta última edición, Soullans también ha estado presente, con una delegación que se trajo consigo lo mejor del yantar de su región.
Una curiosa historia que comenzó a escribir a principios del siglo XX un pintor viajero...