La corrida de Montalvo debió caer en otras mano que la hubieran aprovechado con más decoro
De nuevo la plaza de Salamanca volvió a su particular retroceso. Ahora lo hizo por la puerta grande que ayer regaló a Joselito Adame por hacer gala de un toreo ventajoso. De meter el pico y mostrar todas las carencias frente a un excelente 'montalvo' que embestía a la mil maravillas por el pitón derecho y con clase por el izquierdo.
Sin embargo, Adame debió caer en gracia para un sector del público que se entregó a sus trampas desde el primer minuto y ya no abandonó la pasión hasta que rodó su segundo y con el que le premiaron una nueva oreja, a la vez que La Glorieta descendía un nuevo escalón en su prestigio.
Prestigio por un cartel sin aliciente de espadas y donde el único lo tuvo la corrida de Montalvo, que debió caer en otras manos que la hubieran aporvechado con más decoro. Todo ello con un palco demasiado tombolero un público desnortado y perdido entre una cruz de ideas.
Con la enorme pena de ver cómo también lo han domesticado en el sistema para buscar solamente el triunfalismo. Como ocurrió ayer con Adame en una puerta grande que verdaderamente suena a tomadura de pelo.
Por Paco Cañamero