El novillero de la Fuente de San Esteban abrió la puerta grande mientras que José Garrido y Alberto Escudero tuvieron que conformarse con la ovación tras enfrentarse a un desrazado encierro de Esteban Isidro
Para enfrentar un problema has de mirarlo de frente, sin miedo a buscar la solución, y eso es lo que hizo Alejandro Marcos en una tarde que no fue fácil para el novillero pero sobre la que se impuso sobremanera con la raza, el valor y la frescura de un aprendiz que apunta alto. Su primer novillo fue devuelto por falta de fuerza, y el sobrero de Esteban Isidro no se lo puso fácil tampoco. Fino y elegante con unas verónicas de gusto que calentaron desde inicios de su faena al tendido. Su trasteo con la muleta comenzó por la mano derecha, buscando el lucimiento que le cuesta el primer revolcón, sin consecuencias. Naturales de peso y aplomo en series de toreo puro que culminan con una estocada. Una oreja de ley.
Más firmeza si cabe mostró Marcos en su segundo. Firmeza y corazón. Valor el de Alejandro Marcos. Lo hizo todo el novillero, y su entrega ilimitada se tradujo en un violento golpe que asustó a los tendidos por lo brusco, pero que a Marcos le dio más tesón si cabe. Todo, absolutamente todo lo hizo el novillero. Derechazos pulsados tirando de la embestida en un trasteo que concluyó con bernardinas pasadas al milímetro. Media estocada que le sirvió para hacerse con la puerta grande.
Complicado se lo pusieron lo de Esteban Isidro a José Garrido. El novillero extremeño tiró de oficio ante 'Muñeco' sobre el que acusó en todo momento su falta de fuerza. Garrido fue golpeado en dos ocasiones. Lo intentó, pero tampoco atinó con los aceros. En su segundo, de nuevo Garrido recurrió al oficio, toreó entre pitones. Quería, quería y quería pero el novillo se rajaba y no quiso entregarse. Todo el gozo en un pozo en su reaparición.
El valor fue una vez más la seña de identidad de Alberto Escudero. Dejó buenos detalles el novillero, seguro de lo que hacía pero se rajaba su oponente que frustró el desgarro del salmantino rajándose a cada toque. El quinto tuvo mejor condición, y Escudero se mostró ambicioso pero faltó trasmisión en su toreo al natural. Tiró de nuevo de valor y se tiró a matar sin muleta. Firmó una media estocada que sólo le dio una ovación.