Arrancan los toros en La Glorieta con un pesado desenjaule y una interesante novillada sin caballos (VÍDEO RESUMEN y AMPLIA GALERÍA DE FOTOS)
Tarde nublada. Amenaza agua y tormenta, ligero viento y fresco en los tendidos. Se ha celebrado el tradicional desenjaule de las reses que se lidiarán a partir del 12, día en que arranca la feria. Se desencajonaron tres corridas de toros y la novillada. Aparecieron en la arena de la Glorieta en primer lugar la divisa de Garcigrande y Domingo Hernández, cómoda de cabeza, muy en la línea del encaste, que no terminó de gustar a los parroquianos, que en menos de media plaza se dieron cita (como cambian los tiempos). Hace unos años se llenaba la plaza. Seguidamente se vieron los toros de la corrida llamada "desafío charro". Adelaida. bonito de lamina y hechuras; Capea escaso de todo, Pedraza de Yeltes, escurrido sin rematar; puerto San Lorenzo, cuajado y en tipo; Charro bien presentado; Pilar muy en el tipo Raboso y cuajado. En definitiva irregular tal como correspondía dado la variedad. Fue la corrida de Montalvo, corrida muy aplaudida de irreprochable presencia. Vimos también la novillada de la empresa, que no terminó de gustar a los asistentes, incluso se oyeron algunos pitos; no pasó a más. Sin nada digno que reseñar, terminó el pesado desenjaule.
Al término de éste, ha tenido lugar un festejo sin caballos, con novillos erales de Hermanos Mateos Sánchez, ya un clásico de cada año, que dieron buen juego en líneas generales, bajando el tono un tanto el lidiado en segundo lugar, menos claro y demostrada flojedad, los otros dos, encastados bravos y nobles, para alumnos aventajados de la escuela de Salamanca.
La plaza cobró vida pues se abrieron las puertas y entró una oleada de público mayoritariamente joven y el aforo paso la media entrada. El primer novillero fue Francisco Colmenero que toreo ajustado de capote con ritmo y soltura, en la muleta el torero de Cabrillas, comenzó bien con buen tono corriendo la mano, alargando la embestida boyante del animal, tanto por uno y otro pitón, rematanto con poder las series, luego bajo el diapasón, aunque pudo mantener el crédito, mato de entera un tanto atravesada y cobro una oreja. El segundo lugar fue para Antonio Grande, que sorteó el novillo más flojo. Lo pasó de capote, y en la muleta consintió una faena de buen argumento; le dio reposo; el animal marcó los tiempos. La faena a media altura pero siempre bien colocado, sin perder los papeles con sosiego e inteligencia. Puso todo aquello que no tenía el novillo. Le hizo un final de ensueño, y lo mató de entera caidita. Se le pidieron con fuerza las dos orejas. Cerraba la tarde, Iván González, que viendo lo que ocurría, se fue a toriles, lo pasó con empaque a la verónica. El mismo puso los palos con frescura y valor y en la muleta comenzó sacando toreado el novillo a los medios, pero su trasteo se vio un tanto mezclado y poco definido, pues se debatió entre enganchones y pases de exquisito trazo siempre muy entregado, bullicioso. Se le nota un torero de valor y poderoso, aún por depurar su técnica. Mantuvo su raza y le faltó pulso en algunas fases de su faena. Mató de entera en buen sitio y cobró una oreja a toda su labor, que no fue poca. Y nos dio la noche saliendo de la plaza. Ya les seguiré contando.
Fermín González
comentarista Salamancartvaldia