ALBA DE TORMES | Uno de los mozos tuvo que ser atendido en la enfermería tras perder la consciencia y se recuperó pasados unos minutos
Tras un encierro limpio y sin más historia, la capea programada a las 11.30 de la mañana fue un éxito de publico y también de participantes. No faltaron los habituales revolcones que terminaron sin consecuencias graves. Uno de los mozos tuvo que ser atendido en la enfermería tras perder la consciencia pero se recuperó a los pocos minutos.
El cambio de horario propició una mayor asistencia a la Plaza de Toros desapareciendo el habitual cemento de los encierros madrugadores.