Puerta grande en Cantalpino para Langa, Chaves y Castaño

Tarde histórica en Cantalpino. La primera corrida de toros celebrada en el coso local fue un éxito. El rejoneador Mario Pérez Langa y los matadores Domingo López Chaves y Damián Castaño salieron a

hombros por la puerta grande del coso taurino de la localidad. Destacó el torero de Ledesma, que se llevó la gran cosecha de la tarde: 4 orejas y un rabo.

Los aficionados, que cubrieron algo más de tres cuartos de la plaza, aplaudieron las faenas y las dos orejas en el primer toro de Pérez Langa. Domingo López Chaves se llevó dos orejas en el primero y dos orejas y rabo en el segundo. Damián Castaño, que falló con la espada en el primero, consiguió dos orejas en el segundo toro.

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Un Cantalpino generoso premia el arrojo de Chaves y Castaño

En los primeros compases, el toro que correspondió a Pérez Langa se dañó la pata delantera derecha, con lo que prácticamente quedó invalidado para la lidia, por lo que el público demandó su cambio. El rejoneador logra

alguna faena aseada a lomos de su primer caballo y pudo salir de tres apuros con facilidad. Montado en su segundo caballo clava todas las banderillas. En su primer intento mata al toro y arranca del presidente las dos orejas.

A Domingo López Chaves le correspondió un primero fuerte y agresivo. Arranca su faena de capote con unas brillantes verónicas. Ya con la muleta realiza una excelente tanda de naturales, lo que propicia el estallido de las palmas y la música. El torero de Ledesma estuvo peleón ante un tímido toro. Culmina López Chaves a suerte cambiada rematando con unas florituras. Mata a la segunda introduciendo la espada hasta al bola. El público empuja a la presidencia a otorgarle dos orejas.

Damián Castaño recibe con varias verónicas a un toro con ganas que, sin embargo, apenas se fija en las tareas de los de plata, que colocaron dos buenos pares de banderillas. Estuvo enérgico con la muleta pero con poco acierto a la hora de matar. Lo consigue al cuarto intento, aunque necesitó de la puntilla.

En su segundo, fuerte y agresivo, el de Ledesma comienza con tres grandiosas verónicas y remata con un bello molinete. El picador se eternizó con el toro y los subalternos no estuvieron afortunados con las banderillas.

Con muleta, López Chaves recibe de rodillas al toro y se lleva de calle la ovación de los aficionados cantalpineses. Mata a la primera y estalla una gran ovación del público. Consigue con generosidad el máximo trofeo: dos orejas y el rabo.

En el toro de cierre, Castaño se arrimó, especialmente con los naturales por su mano izquierda. Arrancó los aplausos con sus molinetes de rodillas. No tuvo buena tarde a la hora de matar. En este último, lo hizo a la segunda intentona, pese a lo cual los tendidos y presidencia quisieron premiar su entrega con dos orejas.

Una tarde interesante y única al celebrarse la primera corrida de la historia de Cantalpino, pueblo de larga tradición taurina.

Crónica de Andrés López (10 años)