El hombre está condenado a ser libre

Es muy difícil hablar de libertad, para mí por lo menos lo es, porque es algo que está en boca de todo el mundo, todos hablamos de libertad, todos exigimos libertad, todos nos quejamos de falta de libertad... Todos pensamos que todo está dicho en materia de libertad, que es un tema recurrente del que todos sabemos y podemos hablar. Tal vez, sea tan difícil hablar de libertad porque es un tema del que todos tenemos formada una opinión. Cuando lo cierto (y esta es mi opinión), es que el concepto de libertad, como cualquier otra idea o cualidad inherente al ser humano, ha sido entendido y usado de muy diversas maneras y en muy diversos contextos en la literatura filosófica, desde los griegos hasta el presente.

Por eso la dificultad a la hora de hablar de él. Porque libertad no hay una, libertad no es algo que se pueda definir con una frase, no es algo a lo que podamos poner coto. No es algo que se entienda de una sola forma. Hay muchos modos de entender la libertad: como posibilidad de autodeterminación; como posibilidad de elección; como acto voluntario; como espontaneidad, como ausencia de interferencia; como liberación frente a algo; como liberación para algo; como realización de una necesidad.

Si la miramos desde el punto de vista de la acción, podríamos hablar libertad privada o personal; libertad pública; libertad política; libertad social; libertad de acción; libertad de palabra; libertad de idea; libertad moral, etc.

En esta ocasión me referiré a una libertad plenamente personal, íntima, una libertad que tenemos todos, queramos o no. La libertad no es algo que tengamos, sino que es algo que somos, estamos obligados a ser libres.

En este aspecto estoy de acuerdo con Sartre cuando dice: "El hombre está condenado a ser libre, aunque rehúya, o no quiera saber, de esta condena".

Muchas veces, al hablar de libertad, nos acordamos solamente de la libertad física. Por ejemplo, cuando hablamos de los presos, decimos que son los que están privados de libertad. Aunque lo cierto no es que se les prive de libertad, sino que se les priva del ejercicio de esa libertad, que si bien es importante, no es la más importante.

Opino, que a esas personas y a otras muchas en otras tantas circunstancias, se les impide ejercer la libertad que tienen, creo que todo ser humano es libre por naturaleza, nace libre, la libertad es consustancial con el ser humano, la libertad va íntimamente unida al ser. Lo que pasa es que no siempre encuentra las condiciones óptimas para ejercer esa libertad o bien es la sociedad quien le impide ejercerla, en no pocas ocasiones con la excusa de hacerlo por el bien general y por la seguridad y libertad de la comunidad, utilizando unos mecanismos que la misma sociedad se ha otorgado. Mecanismos que deberían ir dirigidos a que cada ciudadano pueda desarrollar de la manera más completa esa libertad, sin perjuicio de la del otro y no para el beneficio de unos pocos.

En el capítulo XX de "El tratado teológico-político" Spinoza dice:

"Por consiguiente, si nadie puede renunciar a su libertad de opinar y pensar lo que quiera, sino que cada uno es, por el supremo derecho de la naturaleza, dueño de sus pensamientos, se sigue que nunca se puede intentar en un Estado, sin condenarse a un rotundo fracaso, que los hombres solo hablen por prescripción de las supremas potestades, aunque tengan opiniones distintas y aun contrarias."

"El Estado más violento será, pues, aquel en que se niega a cada uno la libertad de decir y enseñar lo que piensa; y será, en cambio, moderado aquel en que se concede a todos esa misma libertad."

"El verdadero fin del Estado es, pues, la libertad."

Aunque para conseguir este fin se vea obligado a caer en la contradicción de tener que recortar o gestionar la libertad de algunos de sus individuos.

Si el hombre no fuera libre no tendría la necesidad de ejercer esa libertad, si esa cualidad no fuera consustancial con su ser, no tendría la necesidad de desarrollarla. Si el ser humano busca comida es porque la necesita, porque tiene hambre, si busca refugio es porque tiene frío? si busca libertad es porque su ser se lo reclama.

¿Pero todos nosotros estamos dispuestos a conceder al prójimo aquello que para nosotros exigimos a la sociedad?

Si libertad, entre otras muchas cosas, la consideramos como posibilidad de elección, vemos fácilmente que cuanto más criterio tengamos, cuanto más sepamos de la cuestión sobre la que tenemos que elegir, más probabilidades tenderemos de que esa elección sea acertada.

Si vamos al mercado a comprar verduras y solamente hay una, la decisión es muy sencilla; tomarla o dejarla, esto es cómodo. Para el que no sepa que existen otras muchas verduras, lo tomará como algo normal, incluso es posible que se niegue a que alguien le abra los ojos para hacerle ver que el abanico de posibilidades es mucho mayor. En una palabra, no querrá que le compliquen la vida. Con lo que se perderá una faceta importante de la misma.

Lo malo es que esto se repite en muchos otros órdenes de la vida y vemos que hay gran cantidad de personas que siempre comen la misma verdura. A veces, demasiadas veces, este plato único les es impuesto, pero lo más triste es que en muchas ocasiones se hace por comodidad.

En resumen, creo que ejercer la libertad, en gran medida, depende de nosotros, del conocimiento que tengamos de nosotros mismos y de las ganas que tengamos de ejercerla, con lo que "supone de condena". (Libertad-responsabilidad).