Sergio Galán y Sánchez de Vega bordan el toreo a caballo en Peralejos de Abajo

Los rejoneadores Sergio Galán y Sánchez de Vega sembraron el delirio en los tendidos en el festejo mixto que este domingo se celebraba en la localidad de Peralejos de Abajo, con cuatro novillos de Carmen Lorenzo, buenos para el toreo a caballo, aunque desiguales de presentación; y uno de Sepúlveda para el novillero de Vitigudino Carlos Huertos, que acusó su inactividad y salió de vacío.

Sergio Galán demostró que está en el mejor momento de su carrera, que tiene una cuadra excelente y una doma que roza la perfección. Ben-Hur, Trópico, Avatar, Hechizado y Artista fue el cartel para su primer novillo, el mejor de la tarde, aunque un poco aplomado, pero al que el rejoneador supo exprimir todo lo que llevaba dentro con caballos como Trópico, que hizo un alarde de toreo. Puso un rejón de castigo, banderillas largas y cortas, y dos rosas para deleite de los aficionados. En la muerte, soberbio rejonazo que le hizo bajar de la montura para despedir al segundo de la tarde. Dos orejas y tímidos aplausos para el novillo.

En su segundo, cuarto de la tarde, más de lo mismo, pero ahora con Amuleto, Ojeda, Titán, Apolo y Óleo. En esta ocasión contó con un novillo más escaso de fuerzas, tal vez resentido tras casi dar una voltereta tras hincar la testuz en el albero, pero se recuperó, y al final la apoteosis llegó después de un pinchazo con el primer rejón de muerte. El público se entregó y finalmente el presidente sacó por dos veces el pañuelo.

Por su parte, Sánchez de Vega mostró su gran evolución desde el año pasado, con una cuadra más limitada pero de gran calidad, especialmente Príncipe, un caballo con garantías y que el rejoneador utilizó para las banderillas cortas y rosas, demostró que está para mayores empresas. A su primero lo toreó sin demasiados alardes, pero lo mejor fue la colocación de las banderillas, aunque menos suerte tuvo con el rejón de muerte, un poco trasero y que catapultó al de Carmen Lorenzo, aplaudido en el arrastre. El rejoneador lució sus dos primeras orejas, que concedió el público ante las reticencias de la presidencia.

En su segundo volvió a demostrar que lo tiene casi todo para el triunfo, ganas, ilusión y técnica, además de Príncipe y Halcón. El novillo fue incluso mejor que el primero que tuvo en suerte, lo cual el público supo ver y el presidente también al concederle la vuelta al ruedo. Bordó las banderillas y el toreo a caballo, y colocó un excelente rejonazo tras un pinchazo para salir con Sergio Galán a hombros después de lucir de nuevo dos orejas.

Por último, el novillero Carlos Huertos fue el encargado de abrir plaza con un novillo de Sepúlveda, que mostró un buen pitón izquierdo y que el de Vitigudino supo ver con prontitud. Tras unos primeros lances por abajo, Huertos tomó la muleta con la mano izquierda y tras acoplarse al novillo aún sacó una tanda limpia de naturales por ese pitón. Por el derecho el novillo se volvió bronco, y el de Vitigudino le dio pasaporte tras un pinchazo. Silencio para el torero.