Lunes, 08 de diciembre de 2025
Volver Salamanca RTV al Día
Contra la lujuria, castidad
X

Contra la lujuria, castidad

Actualizado 03/08/2014

Contra la lujuria, castidad | Imagen 1
La sexualidad humana abarca todas las potencialidades de la persona. De su comprensión y su ejercicio depende su identidad misma. Por eso la sexualidad no puede reducirse a la genitalidad. Una comprensión personalista de las apetencias sexuales las sitúa en la clave de la relación interpersonal y del respeto a las fuentes de la vida.
No es extraño que en muchas culturas, la sexualidad se haya visto como un don de la divinidad. La castidad ha sido considerada como una de las hijas de la templanza, una virtud por la que la persona muestra su señorío sobre los apetitos básicos: el de la supervivencia del individuo y la pervivencia de la especie.
En ese contexto es fácil considerar la lujuria como la profanación de los dones más sagrados que el ser humano puede recibir. Y es una profanación en la medida que la persona retorna al ámbito del apetito y del estímulo, renunciando al carácter de lenguaje y símbolo que la sexualidad humana comporta.
Por eso puede escribir San Juan de Ávila al referirse a los deleites carnales: "No sólo la lumbre del cielo, mas aun la de la razón natural, condena a los que en esta vileza se ocupan, como a gente que no vive según hombres, cuya vida ha de ser conforme a razón, mas según bestias, cuya vida es por apetito" .
A lo largo del siglo XX la revolución sexual significó un signo importante de la reivindicación de los derechos de la persona. En nuestra cultura la lujuria es vista no como un vicio, sino como un acto de afirmación personal y como un medio de provocación social.
La reivindicación del derecho a las expresiones sexuales las ha sacado del ámbito privado, las ha convertido en espectáculo y en tema de narraciones y de todos los medios de comunicación. Además, la libertad sexual ha llevado a numerosos delitos de violación de personas inocentes y ha llegado a fundamentar un inmenso emporio económico.
En otros tiempos se solía ver tanto el vicio de la lujuria como la virtud de la castidad en un contexto personal. Ahora se ha desvinculado la sexualidad del matrimonio, de la procreación y del amor. Hoy es preciso analizar las dimensiones sociales de estas actitudes. Y promover una educación adecuada que ayude a la persona a descubrir el valor de una sexualidad integrada en la vida y abierta a una relación interpersonal generosa y responsable.
La fe cristiana reconoce que la sexualidad es un don de Dios. Y es una tarea confiada a la responsabilidad humana. Con todo, escribe el Maestro Ávila que la castidad no se logra por las solas fuerzas humanas sino que es un precioso don de Dios que es preciso pedir con humildad: "No es pequeña sabiduría saber cuán dádiva es la castidad; y no tiene poco camino andado para alcanzarla quien de verdad siente que no es fuerza de hombre, sino dádiva de nuestro Señor".
Contra la lujuria, castidad | Imagen 3
PANES Y PECES
"Oíd, sedientos todos, acudid por agua también los que no tenéis dinero. Venid, comprad trigo, comed sin pagar vino y leche de balde". Así invita Dios a su pueblo, según la profecía incluida en el libro de Isaías (Is 55,1-3) que se proclama en este domingo.
De sobra sabemos que en este mundo nadie da nada de balde. La comida es muy escasa en muchos países. La hambruna apenas disminuye, mientras avanza el desierto o las guerras acaban con los cultivos y los ganados.
Si Dios ofrece comida y bebida gratuitamente es que hemos entrado en el ámbito de lo extraordinario, de lo divino. El profeta pretende asegurar al pueblo de Israel, ya liberado del exilio, que la alianza que Dios ha hecho con él permanece firme.
LOS CESTOS DE LAS SOBRAS
En el evangelio de hoy se recuerda el episodio de "la multiplicación de los panes" (Mt 14, 13-21). Es un relato que nos lleva a anticipar el misterio de la Eucaristía, por el que Jesús se nos entrega como alimento para el camino.
Jesús ha atravesado el mar de Galilea. Al desembarcar ve la multitud que le ha seguido por tierra y le dio lástima. Al atardecer, los discípulos quisieron despedir a las gentes para que fueran a las aldeas y se compraran algo de comer.
Aceptando los cinco panes y los dos peces que tienen los discípulos, Jesús los parte y los reparte para que los discípulos los distribuyan entre la gente. Los doce cestos llenos de las sobras evocan el don del maná con que Dios había alimentado a su pueblo en el desierto.
CORAZÓN Y VOLUNTAD
Hoy y siempre nos interpelan directamente las palabras que Jesús dirige a sus discípulos.
? "Dadles vosotros de comer". Ese mandato no puede dejarnos indiferentes. Los bienes que nos sobran pueden saciar a los hambrientos de medio mundo. Ninguno de nosotros puede limitarse a volver la vista a otra parte. No podemos ignorar que son nuestros hermanos.
? "Dadles vosotros de comer". Ese mandato implica a la Iglesia entera. De hecho mantiene su presencia cercana y generosa allí donde ninguna organización se atreve a llegar. Esa generosidad responde a su ser y su misión en el mundo.
? "Dadles vosotros de comer". Ese mandato afecta a todas las personas e instituciones de nuestro mundo, cristianas o no. Jesús no es un patrimonio exclusivo de los cristianos. Su mensaje es universal, precisamente por estar atento a las carencias concretas del hombre.
- Señor Jesús, que diste de comer a la multitud hambrienta, no permitas que olvidemos las necesidades de nuestros hermanos y danos un corazón generoso y una voluntad eficaz para ayudarles.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.