Viernes, 10 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Los arrozales del Águeda, por Jesús Cid
X
OPINIÓN

Los arrozales del Águeda, por Jesús Cid

Actualizado 29/06/2014
Redacción Ciudad Rodrigo

Aquí se riega por inundación, que consiste básicamente en abrir la tornera del bancal o del surco y esperar que el agua lo cubra todo

[Img #52476]

Con la llegada del calor apetece comer a campo bajo la sombra de un fresno, un roble o una encina en los muchos y buenos merenderos que no distando mucho podemos encontrar. No citaré ninguno para que nadie se enfade, pero dentro de la amplia oferta cada cual tiene sus preferidos. No necesitas llevar más que los cubiertos y lo que vayas a cocinar, ya que del resto lo tienes a tú disposición, parrilla, leña, mesas, asientos, pila o fregadero en la que fregar la loza; da gusto. Y para que no falte de nada la mayoría dispone de piscina en la que darte un chapuzón. Un lujo.

En estas jornadas campestres las parrilladas de carne se llevan la palma, aunque las paellas ganan terreno. Es un plato sencillo y agradecido que tiene su truco y su ley. Paellas de carne, verdura, marisco, o mixtas. Paellas de arroz largo que no se pasa, arroz redondo, o de la variedad "Bomba", caro pero agradecido y además cunde. Hay paellas solidarias, concursos de paellas, paellas en la fiesta del pueblo y en las celebraciones familiares. Arroz de Valencia, de Castellón, de Huelva o Asia, el cereal más consumido en el mundo y plato de referencia en este país. Pero para cultivarlo se necesita agua.

Nosotros la tenemos, parece incluso que nos sobra. Por qué cómo explicar a esos pueblos del desierto, o a los murcianos, sin ir más lejos, donde a falta de recursos se las han ingeniado para gota a gota o aprovechando las aguas fecales, crear verdaderos vergeles en el desierto de los que se alimentan y viven, que aquí se riega por inundación, que consiste básicamente en abrir la tornera del bancal o del surco y esperar que el agua lo cubra todo. O que el Canal del Águeda, construido para convertir en huerta mil hectáreas en la margen izquierda del río, se desangre inundando las tierras lindantes con el agua que escapa por sus grietas. Es ahí donde podría cultivarse arroz. Un arroz largo o redondo, de calidad eso sí, que genere empleo y prosperidad a la zona. Bancales de arroz que sustituyan a los verdes y descuidados prados donde pastan caballos, algunas ovejitas y más caballos, arrinconando el cultivo de hortalizas y frutas que fue para lo que se construyó el canal y que en un tiempo pasado fue el sustento de no pocas familias.

No obstante este artículo es el resultado de un abundante plato de arroz, dos tintos de verano y la modorra posterior bajo la sombra de un fresno, lo cual invita a delirar.

Jesús Cid López

Comentarios...