Jueves, 02 de enero de 2025
Volver Salamanca RTV al Día
La ética en el discurso del Rey
X

La ética en el discurso del Rey

Actualizado 29/06/2014

Son incontables los análisis del discurso que pronunció el rey Felipe VI en su proclamación ante las Cortes Generales. Un texto de tanta importancia, puede ser considerado también con una mirada atenta a las cuestiones éticas y morales.

El Rey ha recordado los valores en los que descansa la convivencia democrática, Valores de libertad, de responsabilidad, de solidaridad y de tolerancia. Con intención o sin ella, a lo largo de su discurso apela a los grandes principios de la revolución francesa que se han convertido en patrimonio ideal de la modernidad, es decir la libertad, la igualdad y la fraternidad.

Es cierto que, por seguir a Isaiah Berlin, hay que reconocer que no basta con proclamar la "libertad de" si no se insiste en la necesidad de asumir la "libertad para", que necesariamente se identifica con la responsabilidad. Y en el discurso se asocian ambas dimensiones.

Por lo que se refiere a la "igualdad", el Rey la ha vinculado a otros dos pilares en los que ha de fundamentarse un país unido y diverso, como son la solidaridad entre sus pueblos y el respeto a la ley. Interesante resulta la advertencia de que "los sentimientos? no deben nunca enfrentar, dividir o excluir, sino comprender y respetar, convivir y compartir".

Y por lo que respecta a la "fraternidad", tan olvidada en los últimos tiempos, tal vez por sus resonancias religiosas, el Rey afirma que la convivencia exige "el afecto sincero, la amistad y los vínculos de hermandad y fraternidad que son indispensables para alimentar las ilusiones colectivas".

La palabra "ilusión" no debería entenderse como el engaño de los sentidos, al que alude el primer significado recogido por el Diccionario. La ilusión evoca también la esperanza. Y a la esperanza y al futuro se refiere el Rey en cuatro pasajes de su discurso. Para esperar con realismo es preciso "recordar" el pasado, es decir repensar nuestra historia con el corazón y mirar el porvenir con fe.

Un porvenir al que no sólo hay que pedirle derechos, sino al que hay que entregarse con la lúcida conciencia de los deberes que a todos nos afectan. Un deber que, según el Rey, nos exige trabajar para vendar las llagas de los que se han visto herido en su dignidad de personas y para "ofrecer protección a las personas y a las familias más vulnerables".

San Isidoro de Sevilla, seguido por Santo Tomás, escribía que para ser justa, la ley ha de tutelar el bien común. De lo contrario, las leyes sólo generan privilegios. Hace bien el Rey en mostrarse "dispuesto a escuchar, a comprender, a advertir y a aconsejar, y también a defender siempre los intereses generales".

A la vista de estos valores y actitudes, se diría con Benedetto Croce que "no podemos menos de decirnos cristianos". Aunque resulte difícil explicar por qué este país se diferencia de todos los que en el mundo piden la bendición de Dios al inicio de una empresa tan importante.

PEDRO Y PABLO

Solemnidad de San Pedro y San Pablo. A

29 de junio de 2014

Estamos tan acostumbrados a mencionar a San Pedro y San Pablo que podemos olvidar la importancia de su misión en los orígenes de la Iglesia.

El texto de los Hechos de los Apóstoles que hoy se lee en la misa (Hech 12, 1-11) nos remite a un fresco bellísimo en el que Rafael dejó plasmada la liberación de Pedro. Herodes lo había metido en la cárcel durante la semana de Pascua. Pero "mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él".

Orar por Pedro era un deber de gratitud y de amor para la primera comunidad de Jerusalén. Pedro será bien consciente de que esa oración le ha "liberado de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos".

También Pablo es consciente de que el Señor lo ha liberado de la boca del león y lo seguirá librando de todo mal, salvándolo para su Reino (2Tim 4,17-18).

PILARES DE LA FE

A estos pilares de la fe de la Iglesia celebramos hoy en una misma fiesta. Su diferencia de talante y de opiniones no los separó en vida de la gran misión que les fue confiada por su Señor ni los aleja ahora en nuestra veneración.

De Pedro nos dice el evangelio de hoy (Mt 16, 13-19) que reconoció a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios vivo. A cambio, Jesús le cambia su nombre de Simón por el de Pedro para hacer de él la piedra sobre la que el Señor va a edificar su Iglesia.

Pablo, por su parte, resume a su discípulo Timoteo su propia tarea de apóstol y misionero: "El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles".

Así pues, los dos apóstoles y pilares de nuestra fe han sido liberados por Dios para convertirse en agentes de la liberación que nos proporciona el Evangelio de Jesucristo.

UN ÚNICO SALVADOR

En la solemnidad de hoy queda flotando la confesión que el Evangelio coloca en la boca de Pedro:

? "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Pedro es el modelo de una fe que reconoce a Jesús como el ungido de Dios, el Salvador que Él nos envía, el Hijo único de Dios. Esa era la condición mínima para ser un auténtico discípulo de Jesús de Nazaret. Los que pretendían seguirlo por otros motivos pronto abandonaron el camino.

? "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Esa es la fe de la Iglesia, convocada y guiada por el Espíritu. Y ese es el resumen de su mensaje. La Iglesia no es una organización no gubernamental de beneficencia, ni una asociación cultural, ni un grupo de poder. Es la comunidad de los que aceptan a Jesús como el Mesías divino que redime lo humano.

? "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Esa es la buena noticia que los cristianos anuncian a toda la humanidad. En un mundo secular, muchos ponen la salvación en la técnica o en la política, en el arte o en la guerra. En un mundo plural y multicultural se nos ofrecen muchos salvadores. La fe en el Mesías Jesús es el camino para la paz.

- Señor Jesús, que tu Iglesia se mantenga fiel a las enseñanzas y al ejemplo de San Pedro y San Pablo, que recordamos como los pilares y testigos de nuestra fe cristiana. Amén.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...