Una oportunidad perdida

Días atrás el periódico el País (¡quien te ha visto y quien te ve¡) incluía en su portada la fotografía del abuelo de Doña Letizia y decía: "El día que el taxista vió a su nieta convertida en reina de España" Epítome, en su opinión, de la profunda e imparable democratización emprendida, conseguida por la corona. Bisbal y Botín, Rouco Varela y José Mota, Florentino Pérez y Martha Sánchez en el besamanos. La flor y nata española elegida por un anónimo dedo demócrata les franqueó la entrada a palacio. ¡Qué demócrata, socialista, diría¡ En la Gran Vía voluntarios reclutados por Ana Botella repartían banderitas españolas entre los turistas japoneses y algunos otros compatriotas. ¡Gratis¡ Dos filas de fornidos policías flanqueaban el recorrido, ciento cincuenta francotiradores, desde las azoteas, suponemos, aplaudían desde esas alturas sin cesar y cuatro helicopteros se sumaban desde el cielo, en absoluto vigilando, al festejo real. Los periodistas de los grandes rotativos llevan sin dormir días y días. Compiten en alabanzas, en ditirambos, ensalzan la ejemplaridad del rey que abdica y la preparación del que viene. Bono se supera a sí mismo, una vez más: "Con Felipe VI nos ha tocado la lotería" Las televisiones captan los detalles más íntimos de la ceremonia. A saber: las emociones reales (contenidas), la caricia en la mejilla de la reina a un nuevo rey en un rolls-royce con mucha historia detrás. En fin, un día, sin duda histórico. Un día populista. ¿Populista? ¿Qué opinan Vds.? Supongamos que Felipe VI en un arranque de valor y de realismo político hubiera dicho: "Señores diputados y senadores, Sr. Rajoy acepto ser rey de España, sí y solo si, se consulta previamente la opinión de los españoles" ¿Qué hubiera pasado? Si la respuesta hubiera sido sí habría quedado como los reyes y si hubiera sido NO se hubiera ido como un rey. Felipe VI el preparado, el mal aconsejado, ha empezado su reinado de tapadillo y mal, me temo. Los barones y baronesas de los grandes partidos aún no se han enterado de que su desprestigio entre la ciudadanía es colosal. No de la política, de muchísimos políticos con nombre y apellidos. Si esos creen que con esta amañada y oscura operación institucional aplazan o convencen a tanta gente cabreada "van daos".