Melodías del tiempo y de la luz

La fotografía es, acaso, la más poderosa herramienta artística y tecnológica para plasmar lo que constituye un modo contemporáneo de expresar la belleza del ser y del mundo. Pero no hay fotografía sin mirada. Y tampoco hay mirada sin mundo propio.

En los últimos años, gracias al advenimiento de las tecnologías digitales, la fotografía se ha democratizado, sí, es verdad, y tiene el poder de documentar cualquier instante, sea del tipo que sea, y expandirlo planetariamente a través de la red; pero, pese a tal democratización y hasta masificación de la fotografía, solo en una pequeña parte de lo fotografiado podemos advertir el temblor de la belleza.

Tal reflexión nos sugiere esta gavilla de fotografías de Rosa Gómez, un conjunto en el que advertimos ese temblor de la belleza del que acabamos de hablar. Y tal temblor se manifiesta en estas instantáneas, porque hay una mirada, una mirada personal que busca revelarnos un mundo y hacerlo desde dentro, desde quien conoce el corazón profundo y secreto que tal mundo alberga.

La mirada fotográfica de Rosa Gómez es una mirada con alma, hay en ella una secreta vibración que sabe captar las melodías del tiempo y de la luz, tanto a la hora de plasmar la naturaleza, los escenarios urbanos, los ritos tradicionales, las actividades laborales, los momentos de ocio... o esa metafísica de las montañas azules que se dilatan en el espacio y cuya materia se vuelve aérea y como ensoñada, que nos lleva a las atmósferas de las estampas y grabados japoneses y orientales; efecto que también se produce cuando, por ejemplo, plasma esas delicadas simetrías de la Laguna de San Marcos.

Rosa Gómez ha elegido, para plasmar el vuelo de su mirada, un espacio que conoce muy bien: el de La Alberca y sus gentes; pero nos lo revela y manifiesta huyendo de cualquier tópico, de cualquier lugar común. Y tal es así que, cuando contemplamos cualquiera de sus fotografías, nos quedamos sobrecogidos, porque se nos revela algo que parece que nunca hubiéramos contemplado.

Y, si tuviéramos que sintetizar en un solo aspecto, el carácter de la mirada de Rosa Gómez, diríamos que nos está proponiendo una imagen del paraíso.

Algunas fotografías tienen una misteriosa carga de profundidad, que nos permite conocer, desde otra perspectiva, los paredones, el conjunto urbano de La Alberca o el misterio de las sierras y los cielos, como telón de fondo; pero también los seres: esos niños y niñas ataviados con las indumentarias antiguas para las celebraciones, o esas mujeres ?Petra, Teresa... ? que, ya sea sentadas en los poyos o en una actitud laboral, que parecería veneración de la tierra, nos expresan, a través de sus figuras, esa conexión con ancestrales y antiguas raíces que las gentes de La Alberca mantienen tan vivas.

También advertimos en esta gavilla de fotografías de Rosa Gómez el sustrato de la memoria, una memoria que se manifiesta y circula en varias direcciones: por una parte, la memoria del mundo, a través de la naturaleza, de las aguas, de las sierras, de los hermosos cielos; y, por otra, la memoria del ser humano, de una comunidad rural, como es la de La Alberca, que celebra y trabaja, que vive y sueña.

Y no falta en esta mirada ese punto de fuga necesario para elevar el vuelo de la ensoñación. Algo que ocurre, por ejemplo, en esa "noche mágica": un paisaje de árboles, dibujados contra un cielo nocturno, en el que terminamos advirtiendo esa pluma tan blanca, esbozada apenas, que parecería desprendida el ala de algún ser angélico; o en esa recreación de "El cuervo", de Poe, que, sobre esa pila de libros, en un rincón albercano, parece estar transmitiendo ese eco silencioso del "nevermore" y expandiéndolo por todas las calles y callejas albercanas, como si fuera un susurro de ánimas benditas.

La mirada fotográfica de Rosa Gómez nunca deriva hacia estéticas expresionistas, parece tender siempre y más bien hacia un equilibrio atravesado por el silencio, para que en cada uno de los instantes que documenta advirtamos el alma del tiempo y de la luz, como vehículos que nos lleven a la fascinación y al misterio.

JOSÉ LUIS PUERTO

La Exposición Fotográfica 'Emotional Landscapes I' puede visitarse en la Casa del Parque Natural de Batuecas hasta el próximo 31 de Julio. Horarios: martes a jueves y domingo de 10,00 a 14,00 horas y los viernes y sábados de 10,00 a 19,00 horas.